Cada vez que lo hicisteis con uno de los más pequeños del mundo conmigo lo hicisteis". En el cristianismo el pobre es el verdadero sacramento de Cristo en la historia, por eso ha habido santos que a sus seguidores les enseñaban a tener como claustro el mundo, como capilla la parroquia y como sagrario a los más necesitados, para ver en ellos el rostro de Cristo que nos salva y nos enriquece con su pobreza. Así fue san Vicente de Paúl .

Acabo de llegar de la inauguración de una escultura que presidirá la plaza de santo Domingo en mi ciudad de Badajoz, y que nos hace presente la persona y el carisma de San Vicente de Paúl. A lo largo de más de cien años, son las hijas de la caridad y los paúles los que ha estado organizando desde su carisma la atención a los más pobres de la ciudad. Junto a ellos la gran labor de cáritas.

Hoy cuando se nos dan los datos de que más de un veintiún y medio por ciento de la población española está por debajo del umbral de la pobreza, tiene pleno sentido que el ayuntamiento de esta ciudad haya querido reconocer a petición de muchos ciudadanos, el valor de este carisma de dedicar la vida al servicio de los más pobres y de los que más lo necesitan.

Parece ser que levantó polémica el que fuera la figura de un santo en estos tiempos, como si la vivencia de la generosidad y de la justicia tuviera edades y excluyera motivaciones, el caso es que dadas las circunstancias el ayuntamiento ha querido hacerlo con mucha sencillez y bastante silencio, cosa que como me decía una hija de la caridad, y hace tiempo me lo refrendaba el párroco Paúl, ellos no lo habían pedido, ni estaban dispuestos a gastar fuerzas en estas luchas, les daba igual, aunque hoy agradecían el gesto de que su referencia de santidad presidiera la plaza. El caso es que el acto ha sido al modo y al estilo del santo, gentes sencillas, que han acudido a un acto en el que no ha habido discursos ni nada ostentoso, nada más que la familiaridad y la sencillez, amén del reconocimiento de que el espíritu que movió a este santo sigue vivo después de cinco siglos, y que aquí han pasado y viven muchas personas que movidos por ese mismo espíritu, y alentados por ese modelo, con un deseo vivo y eficaz para que todos los pobres vivan con dignidad. Son todos aquellos que en el Reino definitivo oirán la voz de Cristo que les dirá : "Venid vosotros benditos de mi Padre, porque fui pobre, estuve desnudo, hambriento, sediento, en la cárcel...y estuvisteis a mi lado, porque cada vez que lo hicisteis con un pequeño, lo hicisteis conmigo".

Que cunda el ejemplo, y que nadie proteste ni sienta vergüenza de que la generosidad, la sencillez, y la entrega a los más pobres hoy haya subido a un pedestal en una plaza pública, en estos tiempos de crisis que nos llaman a la austeridad y al compartir en radicalidad. Por cierto hay un comedor que abre las puertas todos los días y que reparte a muchas familia comida, amén de ropa y limpieza, que está abierto para que todos podamos colaborar y llegar a los más pobres con nuestro compromiso ciudadano y cristiano, a nadie que acude a por ayuda se le pregunta si es creyente, y del mismo modo tampoco se le requiere esta identidad a los que quieren colaborar, a esa realidad es a la que se la hecho un monumento. ¿Hay quien dé más por menos?

Ah, se me olvidaba, el escultor, José Manuel Gamero , un joven artista de lujo de los que son capaces de unir fe y vida, su profesión como expresión de lo más profundo, es su oración y su contemplación de la vida y del Padre lo que le lleva a esculpir, a modelar y a querer decir lo más genuino y lo más auténtico, es una maravilla contar con él en la iglesia y en el mundo. Qué alegría cuando en la parroquia se acerca a comulgar, sabiendo que está queriendo decirle al mundo con su arte que "sólo una cosa es necesaria en la vida", "el amor".