La recuperación del viejo mercado de Santa Ana, construido en 1937 por el arquitecto municipal Rodolfo Martínez e inaugurado en 1939, avanza según lo previsto, a pesar de las dificultades que tienen los técnicos para restaurar el hormigón y otros materiales "pobres" propios de la época en que se construyó, según reconoció ayer el alcalde, Miguel Celdrán, en su visita a la obra.

En estos momentos se está descubriendo la estructura para reforzarla. Un estudio aclaró que era posible recuperar la estructura, "sin embargo la parte exterior de voladizo tendrá que ser sustituida porque presenta un deterioro muy importante, igual que algunas columnas o pilares, que presentan fisuras", según Celdrán.

Begoña Galeano, arquitecto municipal, reconoció que el edificio "está muy machacado" porque había mucha humedad en los bajo por el agua que se tiraba. En su opinión, "el uso de mercado es lo que realmente terminó de perjudicar esa estructura".

Sin embargo, a principios de año se transformará en una biblioteca municipal con 1,1 millón de euros que se invertirán con cargo al Plan E.