Los consejeros del equipo de gobierno de la Junta de Extremadura, con su presidente Rodríguez Ibarra a la cabeza, cogieron sus camellos y viajaron hasta Granja de Torrehermosa para reflexionar y dar respuesta a las cartas y peticiones enviadas, algunas ya olvidadas, por tantos y tantos extremeños.

De allí salieron cargados de regalos. A Badajoz llegaron varios: el tan demandado desdoblamiento de la carretera de Valverde, el esperado proyecto de recuperación de la margen derecha del Guadiana, la necesitada adecuación de la carretera de Cáceres, .... Pero entre todos los regalos venía el más anhelado y demandado: la restauración del recinto almohade de la Alcazaba (con mayúsculas aunque haya muchas). Los pacenses creyeron soñar despiertos al conocer la noticia. ¡El monumento más emblemático de la ciudad rehabilitado!. Esos lienzos de muralla relucientes, con sus paramentos arreglados, su adarve recuperado, todo adornado con fuentes y flores, impregnado por el olor del jazmín y el azahar, un espacio para los sentidos, como hubiera podido ser en otro tiempo. Esperemos que se cumpla el sueño y que la realidad no estropee un buen reportaje.