José García es un viejo sindicalista que no se mide por la edad y que recibió el homenaje, con otros históricos de la UGT, de sus compañeros. Casado, padre de Erika y un hombre que bailó flamenco en Zúrich --allí se inició en la lucha política--, se ganó la vida como escultor modelador de escayola y aunque no pudo obtener una beca para licenciarse en Arte, mantiene su afición al dibujo.
--Sus inicios.
--Nací en San Roque, en el barrio de lo machas .
--¿La edad?
--No la tengo, tengo una vida.
--¿Cómo llega a la UGT?
--En Zúrich. Volví a Badajoz en el 96 y me puse a trabajar con Fuentes, Santiago Vara, Manuel Rojas y otros.
--¿Por qué fue al extranjero?
--Me enfadé con Franco y me fui en 1959 a Zúrich, hasta el 76.
--Usted ya había salido.
--Mi padre era músico militar. Fuimos a Granada y a Melilla, allí me quitaron nota en la escuela de Arte por no ir a la iglesia. Volvimos a Badajoz en 1948.
--¿Su papel en UGT?
--Fui secretario de Propaganda en todos los congresos provinciales, hasta que se creó la estructura regional y se cambió de gente.
--¿Los momentos más duros?
--La huelga de la Construcción del 79 y las del campo.