Carmen es una de las personas que se ha visto afectada por la supresión temporal del servicio de ayuda a domicilio. Su tía tiene 79 años y sufre graves problemas de movilidad, por lo que requiere una atención continuada. Una auxiliar de ayuda a domicilio acudía dos horas diarias a su casa para ocuparse de su aseo. Ayer no lo hizo y Carmen ha tenido que contratar a una cuidadora para que la asista hasta que se restablezca esta prestación. "Yo puedo pagar a otra persona unos días, pero ¿cuántas hay que no pueden", se preguntaba.

La prestación del servicio a domicilio está subvencionado en función de los ingresos económicos de los usuarios (para algunos es gratuito). La tía de Carmen tiene una bonificación y el resto, lo sufraga ella. Durante estas dos semanas tendrá que asumir el coste completo de la asistencia, "a un precio menos económico", apunta Carmen, que se suma a los cerca de 400 euros que paga por la atención de Cruz Roja por el Plan Concilia . No obstante, insiste en que en su caso pueden afrontarlo, pero recuerda que otras muchas personas se quedarán sin ningún tipo de atención.

Carmen destaca la profesionalidad de la auxiliar que hasta ahora atendía a su tía y lamenta que con las nuevas contrataciones las trabajadoras sean distintas "porque eso desorienta a los mayores".