Yo sí estaré en la concentración del jueves próximo en la plaza Alta.

Hace meses expliqué mi punto de vista. El proceso de rehabilitación del hospital Militar, con un enfoque original y muy beneficioso para la alcazaba y para el centro histórico, estuvo trufado de incidentes; pero se concluyó. El resultado no convenció a algunos. Se buscaron entonces argumentos legales para derribar algo que, en realidad, sólo era una molestia estética para ciertos ciudadanos. No para todos. La asociación Amigos de Badajoz ejerció un derecho cívico e indiscutible. Obtuvieron una sentencia favorable y, mientras tanto, la facultad se instalaba en parte del antiguo hospital. Y todo ello a pesar de la oposición inicial de algunos sectores universitarios. Ahora sus ocupantes parecen estar contentos. Como profesor universitario puedo entender los motivos de ese rechazo, pero, impartiendo clases en una facultad desangelada y gris, me daría con un canto en los dientes si pudiera hacerlo en un lugar como la alcazaba de Badajoz.

Lo que, a estas alturas, no entiendo son los motivos de Amigos de Badajoz, para recurrir al Supremo y hacer cumplir la sentencia que manda algo tan imposible como devolver al edificio a su estado original. En su derecho estaban, pero ¿no es peor el remedio que la enfermedad? ¿Tan dañino es el cubo de hormigón blanco que sustituye a una parte del antiguo inmueble, nueva, retocada, costrosa? ¿De dónde procede ese iluminismo que lleva a unos ciudadanos a sacarse un ojo con tal de hacernos perder dos al resto? Porque las torpezas políticas las pagamos todos, pero las machadas legales también. Y son nefastas para la ciudad. Sólo traducen soberbia, necesidad de protagonismo. Derribar lo construido perjudicaría a la recuperación del casco antiguo y es, además, un ataque frontal contra la Universidad de Extremadura, a la que se hace perder autonomía en sus decisiones y desviar el objeto de sus preocupaciones. ¿Dónde están ahora las asociaciones cívicas, apolíticas e independientes, que pedían la rehabilitación de la alcazaba? ¿No serán la cara oculta de la Luna?

Por eso les invito a ustedes, vecinos de Badajoz, a acudir a la concentración. Y a los opuestos a ella todo mi respeto.