Con motivo de las guerras contra los vetones y los lusitanos, en el año 139 a. C., Quinto Servilio Cepión instaló un campamento permanente en las inmediaciones de la ciudad: Castra Servilia. Años después, y con motivo de las guerras de Roma contra Sertorio, las legiones comandadas por Cecilio Metelo se instalaron en otro campamento permanente: Castra Cecilia, en torno al año 80 a. C. Este último se conserva en lo que se conoce como campamento romano de Cáceres el Viejo, ubicado en la carretera de Torrejón el Rubio (EX-390). Se trata de uno de los pocos republicanos que se encuentran en la Península Ibérica y uno de los mejor conservados de toda Europa. Sin embargo, para muchos cacereños, es aún un lugar desconocido.

El yacimiento fue excavado por primera vez por Adolf Schulten, arqueólogo, historiador y filólogo alemán, en 1910. A día de hoy las excavaciones continúan. El campamento tiene 24 hectáreas (19 de ellas con restos romanos). Su estudio ha permitido conocer que en ese fuerte llegaron a vivir 12.000 legionarios. El yacimiento permite comprender cómo se defendían de los ataques y cómo se agrupaban para sobrevivir.

Precisamente el principal problema que hasta ahora tenía este enclave histórico era la falta de medios para que los visitantes pudieran hacerse una idea de lo que en él se vivió en el siglo I a. C. Por eso la Junta de Extremadura acaba de invertir 300.000 euros en la mejora de estas carencias. Las actuaciones fueron visitadas ayer por la secretaria general de Cultura, Míriam García Cabezas, y la alcaldesa, Elena Nevado.

La inversión ha permitido reconstruir parte de la muralla que protegía el fuerte (tiene cuatro metros de alto). «Partiendo de lo que teníamos, que eran restos de muralla romana en el suelo, hemos levantado los cuatro metros que tenía la muralla en altura. Se planteó en un principio hacerlo con madera o piedra (como era en origen) pero, por cuestiones de criterio patrimonial, no está permitido hacer una reconstrucción hermética, sino que se tiene que notar qué es lo nuevo en lo que se ha intervenido. Se ha optado por el acero, que es bastante resistente y no crea problemas de mantenimiento», señaló ayer el arquitecto encargado de su reconstrucción, Luis Acebedo.

También se han llevado a cabo mejoras en el centro de interpretación, que tenía problemas de humedades y de iluminación. Este espacio cuenta con recreaciones de las estancias en las que vivían los soldados romanos.

La inversión ha permitido también utilizar georadares para conocer los lugares donde existen restos y que aún no han sido excavados. «Se han realizado prospecciones geofísicas a través de georadar y electromagnetismos. Esto consiste en pasar una serie de aparatos que, por una onda, permiten conocer lo que hay debajo de la tierra sin tener que excavar ni sacar a la luz esos restos, lo que conllevaría tener que conservarlos. Con ese conocimiento se tiene unas pautas para seguir después interviniendo en el mismo», indicó Míriam García Cabezas.

Para Nevado espacios como este ayudan a que los turistas se queden más tiempo en la ciudad y apuesta por poner en marcha proyectos que favorezcan la difusión de este yacimiento.