Catorce años y medio de prisión le ha supuesto a Eulogio Collado Colombo decidir hace dos años atracar una gasolinera y hacerlo, además, portando un arma con la que, durante el forcejeo, hirió a una persona.

Estos hechos ocurrieron la noche del 7 de septiembre del 2007. Por ellos, Eulogio Collado, que lleva en prisión provisional desde entonces, fue juzgado el pasado día 11 en la Audiencia Provincial, que ya ha dictado sentencia. Le declara autor de un delito de robo con intimidación con uso de arma, con la circunstancia agravante de disfraz (se ocultó la cara con un pasamontañas y unas gafas de sol), por el que le condena a la pena de 4 años y 6 meses de prisión; y autor de un delito de lesiones agravadas (causó a su víctima daños en la mano derecha que le incapacitan para el desarrollo de su vida diaria y su actividad profesional de encofrador), por el que le impone una condena de 10 años de cárcel.

Se le impone asimismo la prohibición de volver a Casatejada (localidad de la que es vecino y en la que se encuentre la gasolinera que atracó) durante el tiempo de la condena, así como a acercarse o comunicar por cualquier medio con el empleado de la gasolinera y su padre en un plazo de 10 años.

Además, en concepto de responsabilidad civil, el tribunal impone al procesado la obligación de pagar a la persona que resultó herida durante el atraco un total de 87.200 euros (700 euros por los días de hospitalización, 11.500 por los 230 días de incapacidad y 75.000 por las secuelas); 3.597 euros al Servicio Extremeño de Salud; y algo más de 2.000 euros a la representante legal de la gasolinera en la que perpetró el robo.

POR PROBLEMAS En la sentencia dictada se declara probado que sobre las diez de la noche del 7 de septiembre del 2007 Eulogio Collado acudió en su vehículo al restaurante situado a unos 50 metros de la gasolinera que está situada en el kilómetro 10 de la carretera Ex 108, en el término municipal de Casatejada, con la intención de robar en esta. En el juicio aseguró que lo hizo porque no tenía dinero para pagar una multa de tráfico de 1.000 euros, a lo que su abogada añadiría que Eulogio Collado, que carecía de antecedentes penales, se encontraba en una situación "desesperada" al no tener trabajo y tener que pasar una pensión a sus dos hijos, uno de ellos menor de edad.

Sobre lo ocurrido se añade en la sentencia que esperó en el bar a que no hubiese clientes en la gasolinera y cuando fue así se dirigió con su coche a ella "con la intención de sustraer la recaudación". Para ocultarse se puso una braga militar y unas gafas de sol negras y cuando el empleado se acercó para atenderle "le puso la escopeta en el pecho a cañón tocante y le exigió el dinero recaudado". El empleado le hizo frente, agarró el cañón de la escopeta y la dirigió hacia arriba, momento en que se produjo el primer disparo, mientras que el segundo impactó en la mano derecha del padre del empleado, que se encontraba dentro del establecimiento y había salido a socorrer a su hijo al oír el disparo y los gritos de este.

El acusado, que ya había conseguido hacerse con la recaudación (1.450 euros) al caérsele al empleado durante el forcejeo la bolsa que llevaba con el dinero, "abandonó la escopeta y huyó en el coche". Aunque al día siguiente acudió ante la Guardia Civil a denunciar que le habían robado el coche y con él la escopeta, ante las preguntas de los agentes, que ya tenían conocimiento de lo ocurrido, "reconoció que él había sido el autor de ese suceso en la gasolinera". También lo reconoció en el juicio, aunque aseguró que su intención "no era herir a nadie" y señaló no estar seguro "de haber sido yo quien disparase".