La totalidad de los bomberos del Sepei en Cáceres, Plasencia, Coria y Navalmoral mantenían anoche una huelga de hambre y un encierro en los cuatro parques provinciales, a pesar de la resolución de la diputación por la que se ordenaba el "inmediato desalojo" para todos los efectivos que no se encontraran de servicio.

Sin embargo, el colectivo de bomberos expresó a las ocho de la tarde de ayer en una comparecencia pública su firme decisión de continuar adelante con su protesta que, en su primera jornada, fue secundada por el 100% de los bomberos en servicio en los cuatro parques --un total de 147 trabajadores de los 160 con los que cuenta la plantilla--, ya que hay 13 trabajadores de baja médica y no pueden seguir la huelga por razones físicas, unos datos facilitados por el propio colectivo que no fueron rebatidos por la diputación.

En Cáceres, la huelga fue secundada por 58 efectivos, la totalidad de la plantilla a excepción de seis bomberos pertenecientes al ayuntamiento que se encuentran de baja. En Plasencia hubo 37 trabajadores, en Coria 25 y en Navalmoral 27. En estos tres parques siete bomberos no pudieron unirse al encierro al estar también de baja.

Los portavoces del colectivo aseguraron que el encierro y la huelga de hambre se mantendrán a pesar de la decisión de la diputación de desalojar a los bomberos de los parques. "Tendrán que venir a sacarnos, pero no nos iremos", subrayaron, al tiempo que anunciaron que intentarán entrar de nuevo en las instalaciones si la policía les desaloja. Los bomberos remitieron ayer un burofax a la diputación en el que se declararon constituidos en asamblea informativa, por lo que su desalojo del centro, dijeron, sería "ilegal".

Sobre las razones de la protesta, afirmaron que la subida salarial es sólo una más de las reclamaciones que pretende este colectivo, entre las que incluyen un aumento de la plantilla de 34 conductores-bomberos y cuatro nuevos parques en Trujillo, Valencia de Alcántara, Jaraíz de la Vera y Caminomorisco. Entre sus reivindicaciones, los bomberos piden también que siempre haya de servicio un jefe de salida por turno en Coria, Navalmoral y Plasencia, así como dos en Cáceres. También insistieron en que se cumpla la jerarquización existente en el reglamento del Sepei y el cumplimiento de las funciones de prevención.

El resto de las peticiones están relacionadas con la creación de una partida concreta para formación, el proyecto de creación de una academia de formación y el reciclaje de la plantilla. Los bomberos también reclaman el cumplimiento íntegro de la normativa de los equipos de protección individual, del convenio en la entrega de vestuario, así como de revisiones de los equipos del servicio. En el apartado laboral, piden que se negocie el abono de las guardias extraordinarias de 24 horas y la equiparación o subida al grupo C en el año 2006.

DAR MEJOR SERVICIO Como mostraba una pancarta colocada a la entrada del parque de Cáceres con la frase Por el ciudadano , los bomberos insistieron en que la huelga de hambre no pretende buscar beneficios para este colectivo sino dar un mejor servicio con el incremento de los medios humanos y materiales. El colectivo pidió también la dimisión del presidente de la diputación, Juan Andrés Tovar, y del diputado delegado del Sepei, José Félix Olivenza, por lo que consideraron "amenazas, al intentar coartar el derecho de los trabajadores" a la protesta, una actitud que consideraron "impropia de un político en un sociedad democrática".

En la misma dirección apuntó Fernando Manzano, portavoz del Grupo Popular en la institución provincial, que mostró su apoyo a las reivindicaciones de los trabajadores del Sepei en el parque de Cáceres, al que acudió acompañado por siete diputados, en la visita que realizó junto al presidente provincial del PP, Laureano León.

Desde las nueve de la mañana de ayer, los bomberos sólo beben agua mezclada con unas sales con glucosa como principal componente. Garantizaron la asistencia a cualquier siniestro, aunque vaticinaron que, de proseguir la huelga de hambre, a partir de mañana se empezarán a notar las consecuencias de no ingerir alimentos.