Debido a los diferentes festivos que se sucedieron en diciembre, la Asociación Vecinal San Marquino decidió posponer su tradicional migada hasta la jornada de ayer. Castillos hinchables para los niños, la música y la gastronomía atrajeron a casi medio centenar de personas que se dieron cita a partir de las 13.30 horas en la sede vecinal para degustar los 15 kilos de migas que se elaboraron, además de otros tantos de diferentes carnes como alitas de pollo, chuletas o secreto. «Es tradición nuestra cada fin de año», comentó Clara Rodríguez, presidenta vecinal, que pidió que «la gente del barrio se involucre más con la asociación». La migada de ayer la financió el colectivo de sus fondos propios junto con una ayuda económica del ayuntamiento.