El consejo de gobierno de la Junta de Extremadura dio ayer luz verde a un modificado de presupuesto de más de 2,2 millones de euros para corregir errores del proyecto de la primera fase del nuevo hospital de Cáceres que eviten que el mismo se pueda inundar. Según aclaró ayer la portavoz del Ejecutivo, Isabel Gil Rosiña, las «deficiencias» detectadas han obligado a rehacer el proyecto de urbanización porque las cotas estaban mal calculadas, de forma que las instalaciones exteriores presentaban riesgo de sufrir inundaciones. Asimismo, se han encontrado «indefiniciones» en los capítulos de movimiento de tierras, firmes, pavimentos y drenajes, que han hecho necesaria la redacción de nueva documentación complementaria, informa Rocío Entonado.

Con esta ampliación de presupuesto el coste de la primera fase se eleva ya a los 15,8 millones de euros. Las obras estuvieron paradas cuatro años y se reanudaron durante el verano del 2016. En un principio la previsión era que finalizasen antes de septiembre del 2017, pero el estado en el que se encontraban las instalaciones, abandonadas y sin mantenimiento durante el tiempo de paralización de la obra, alargaron los plazos. Así, se prevé que puedan finalizar en el verano del 2018 para llevar a cabo el traslado durante el tercer trimestre de ese año.

El objetivo es que esta primera fase esté operativa durante los primeros meses del 2019. Según aclaró ayer el Servicio Extremeño de Salud (SES) a este diario, el nuevo modificado de presupuesto no supondrá un nuevo retraso en la apertura de esta primera fase, por lo que las fechas previstas para su inauguración se mantienen. De hecho no se puede demorar más. Lo explicó hace unos días el director gerente del SES, Ceciliano Franco. Su apertura urge porque la obra se ha financiado con fondos europeos, lo que obliga a que su finalización esté en una fecha determinada. De no ser así ese dinero se perdería. Además, de retrasarse más, las instalaciones se quedarían obsoletas.

¿cómo serán LOS TRASLADOS? / Ya se está trabajando en el traslado de los servicios. Se ha redactado el borrador del plan funcional, que se ha llevado a cabo con los profesionales. Para el desarrollo de este proceso se realizan de forma continua reuniones grupales con los responsables médicos y de enfermería de cada uno de los servicios clínicos así como con los distintos interlocutores del equipo de profesionales y de las instituciones encargados de la apertura del hospital.

Esta primera fase reunirá todos los servicios quirúrgicos que ahora se prestan tanto en el Virgen de la Montaña como en el San Pedro de Alcántara. También se trasladarán allí las áreas de Otorrino, Traumatología, Cirugía Plástica y Oftalmología, servicios que se encuentran actualmente centralizados en el Virgen de la Montaña. Lo que se pretende es cerrar cuanto antes este centro sanitario por el estado en el que se encuentran sus instalaciones. Esto obligará a trasladar Geriatría, Salud Mental y Alergias al San Pedro de Alcántara. Ocuparán los espacios que se queden libres, ya que desde este hospital se llevarán al nuevo las áreas de Anestesia, Laboratorio, Radiología y Farmacia, además de los servicios quirúrgicos.

El consejero de Sanidad, José María Vergeles, valoró ayer la aprobación del modificado de presupuesto: «Esto es un firme compromiso por terminar el hospital de Cáceres completo». Se trata, dijo, de una infraestructura importante para Cáceres y su provincia, con servicios de referencia regional, como la Unidad de Quemados.

MÁS INVERSIONES / En este sentido también habló la portavoz del Ejecutivo regional, Isabel Gil Rosiña, quien recordó las últimas inversiones llevadas a cabo en esta infraestructura. Así hizo referencia a la aprobación de la construcción del doble búnker para oncología radioterápica, dotado de 1,5 millones de euros, la contratación del suministro de equipamiento tecnológico por 1,7 millones o la concesión de las obras de terminación y puesta en marcha de la subestación eléctrica, dotado de 1,1 millones.

Esta primera fase cuenta con cinco plantas y dos sótanos. Las dos que más ocuparán serán la baja y el semisótano, que aglutinarán la mayor parte de las consultas y las áreas más importantes del hospital. Tendrá 56 consultas y 207 camas, la mayoría distribuidas en habitaciones individuales.