Entramos en el 2010 y será un año decisivo en la carrera por la capitalidad. O Cáceres se mete en la lucha final, o definitivamente se queda fuera. Dentro de sólo siete meses, antes del 10 de julio, las 15 aspirantes españolas tendrán que presentar su candidatura y un jurado de trece miembros (siete nombrados por Europa y seis por España) seleccionará la lista de las que pasarán a la segunda fase. Sólo algunas superarán esta criba (el número no está predeterminado) y se embarcarán en una segunda carrera perfilando sus programas hasta la elección de la ganadora a finales del 2011, que compartirá el reto 2016 con un municipio polaco. En Cáceres se respira confianza, y mucha. El comité de expertos está volcado con el proyecto, seguro de que la primera criba se pasará.

Así lo asegura el profesor e investigador Javier Pizarro, coordinador de este grupo de especialistas, que acaban de mantener sus dos primeros encuentros y ya están divididos en equipos de trabajo para abordar los siete grandes campos que evaluará el jurado: Fundamentos y Concepto (el porqué de la candidatura, objetivos, apoyos, contactos...), Estructura del Programa, Organización y Financiación, Infraestructuras de la Ciudad, Estrategia de Comunicación, Evaluación y Seguimiento del Acontecimiento, y Elementos Adicionales. Estos apartados, muy detallados en un formulario que cada ciudad debe responder, se acompañarán de un informe para hacer más atractivo el proyecto, y en el que Cáceres jugará con recursos visuales y gráficos.

LAS BAZAS CACEREÑAS Además de la metodología de trabajo, también se han definido ya las líneas estratégicas, es decir, las bazas que enarbolará Cáceres para llevarse el título, un aspecto fundamental. Así, la candidatura se presentará como ventana a América, Europa y Portugal. Primero como puente cultural entre Iberoamérica y Europa, segundo como región europeísta por su vocación, su historia y sobre todo por la figura de Carlos V, y tercero como eje de las relaciones transfronterizas con Portugal. Además, y junto al peso del patrimonio arquitectónico (Cáceres tiene el tercer conjunto monumental de Europa y es Patrimonio de la Humanidad), "la candidatura destacará su biodiversidad, la sostenibilidad de sus recursos (la dehesa...), su modelo económico natural como sello diferenciador frente a otras aspirantes. Este aspecto fue decisivo cuando Umea se llevó la capitalidad", explica Javier Pizarro.

TODOS PARTICIPARAN Una vez perfilado el armazón, los expertos comenzarán a llenarlo de ideas y proyectos. Pero no estarán solos. La comisión abrirá un espacio en la web de la capitalidad cacereña para recabar las propuestas de los ciudadanos, mantendrá diversas reuniones con colectivos y pulsará la opinión pública a través de encuestas. Así, el programa final incorporará las iniciativas de los grupos sociales, las asociaciones culturales, los jóvenes, los empresarios... y por supuesto la Universidad. "Nos parece fundamental y dedicaremos a ello todos los medios disponibles desde la oficina de la capitalidad y Más Consulting, la consultora del proyecto", afirma el coordinador.

Pero no será un batiburrillo , sino un proyecto "madurado y coherente". Incluirá, además, dos dimensiones que el jurado siempre valora de forma especial. Primero, la candidatura se hará extensiva a toda la región; segundo, sus objetivos tendrán vocación de continuidad en el futuro, más allá del 2016. Las redes en las que está integrada Cáceres, desde la Red de Juderías hasta Alba-Plata, pasando por Triurbir o la Red Ibérica de Ciudades Transfronterizas, también tendrán peso en la decisión del jurado. En definitiva, la ciudad goza de numerosos puntos fuertes . "Estoy absolutamente convencido de que pasaremos la fase de preselección", declara Javier Pizarro.

¿Pero qué ocurre con la segunda y definitiva fase, de la que saldrá la ganadora? Ahí las cosas estarán más difíciles. "Cáceres tiene una de las candidaturas más fuertes, de las que más tiempo lleva trabajando con seriedad, con un apoyo institucional y ciudadano reconocido, eso es algo que las demás candidatas saben. Ofrecemos todo lo que se demanda para ser Capital Europea de la Cultura", afirma Pizarro. Pero el éxito final "dependerá de qué otras ciudades pasen a esa segunda fase, no me atrevo a aventurar nada", recela el coordinador. Y aunque todas tienen atractivos, las opciones más fuertes según la mayoría son Córdoba y Cáceres, a las que Pizarro une Alcalá y Santander, "que ha llegado con fuerza", reconoce.

HACEN FALTA APOYOS En esta batalla cultural el dinero también es necesario. La comisión de expertos definirá un plan económico y se reunirá con los empresarios para presentarles un producto atractivo: la capitalidad. "Tenemos que hacerles ver que ellos también se juegan mucho. Por cada euro invertido se obtendrían 9 o 10 de beneficio", desvela el profesor. Si se pasa la primera criba el camino será más fácil, porque las firmas nacionales se interesarían en participar debido al eco y a la trascendencia de este evento.

Pese a la dilatada experiencia de Javier Pizarro, doctor y profesor de Historia del Arte, delegado de Patrimonio Nacional en Extremadura, investigador, autor de varios libros y responsable de importantes exposiciones, este reto le supone una especial responsabilidad. "Es el proyecto de mayor ambición que hemos abordado todos los miembros de la comisión, pero lo asumimos con serenidad, tranquilos, tenemos tiempo suficiente para hacer un buen trabajo", indica.

Cada uno pondrá sus conocimientos, su tiempo y sus contactos personales e institucionales al servicio de la candidatura. Aun así, la comisión sólo se considera la punta de lanza de la iniciativa, los catalizadores, "porque además de aportar nuestras ideas vamos a canalizar las de toda la sociedad". Los grupos de trabajo ya están elaborando los primeros documentos sobre los que discutir y trabajar. El primer borrador del proyecto se ultimará en marzo y se dará a conocer a la sociedad extremeña.

¿IMPARCIAL? Una vez entregado el cuestionario general y el informe, en julio, cada ciudad dispondrá de media hora para realizar una presentación que convenza al jurado. En su diseño, la candidatura cacereña contará con los recursos tecnológicos del Centro de Cirugía de Mínima Invasión, "que son extraordinarios", destaca Pizarro.

En cuanto al jurado y las influencias políticas que nunca faltan, Javier Pizarro reconoce que el componente político "siempre existe, pero en este caso no resulta decisivo, porque entonces no sería un juego limpio. Quienes deciden son miembros independientes, gente con amplia experiencia en la cultura y la capitalidad. Aquí se valoran los proyectos con mayor peso cultural, sostenibles y que dejen huella a largo plazo", explica el coordinador.

Si al final Cáceres no logra el reto 2016, todo este trabajo tampoco será en vano. Así lo afirma la comisión de expertos. "Los programas culturales se desarrollarán y ahí quedarán las nuevas infraestructuras que ha diseñado el proyecto Intramuros para mejorar la ciudad de cara a turistas y residentes. Cáceres siempre se beneficiará de lo que ya se ha hecho, nunca nos quedaremos de vacío", concluye Javier Pizarro. .