Por tres delitos de robo con intimidación y un delito de robo con intimidación utilizando armas, siendo en todos ellos las víctimas menores, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 ha condenado al cacereño Pedro B. C. a un total de 26 meses de prisión. Para perpetrar todos estos robos el autor, al que se le ha aplicado la eximente incompleta de responsabilidad criminal por su grave adicción a las drogas, se hizo pasar por policía.

Los robos ocurrieron en el pasado mes de mayo. El primero de ellos tuvo lugar sobre las 17.00 horas del día 8 en la plaza de Noruega. Pedro B. C. se acercó a un joven de 17 años al que, aprovechando su superioridad física y el temor que sintió su víctima al hacerse pasar él por policía secreta, registró los bolsillos y le sustrajo tres euros y un teléfono móvil valorado en 175,70 euros.

Cinco días después, el 13 de mayo, sobre las 19.45 horas, el acusado se acercó en la calle Médico Sorapán a dos menores y volviéndose a identificar como policía secreta les sometió de forma amenazante a registros personales. A uno de ellos le arrebató 20 euros y siete al otro.

"Con idéntico propósito de procurarse un ilícito beneficio", a las 16.15 horas del 26 de mayo, en la calle Atahualpa, Pedro B. C. se acercó a un chico de 15 años y tras amenazarle con una navaja le sustrajo dos euros que llevaba.

La policía le detuvo el 2 de junio y al día siguiente ingresó en prisión, donde permaneció 56 días, concretamente hasta que el 28 de julio el juez decretó su libertad provisional. Fue juzgado por el procedimiento de juicio rápido el pasado día 20 del presente mes de diciembre.

LAS PENAS En la sentencia se hace constar que el acusado padece un cuadro de politoxicomanías con dependencia a la heroína y la cocaína, y abuso episódico de cannabis. "Se trata de un cuadro de varios años de evolución que parece haber condicionado cierto deterioro social y laboral como condicionante de cierto peso en las conductas dirigidas a afianzarse al consumo de estupefacientes".

Por ello, además de los 26 meses de prisión --cuatro meses por cada uno de los tres primeros delitos y catorce meses por el cuarto--, a Pedro B. C. se le ha impuesto también la medida de internamiento en un centro de deshabituación durante 26 meses. Esta medida "se sustituye por tratamiento ambulatorio de deshabituación, pero si el acusado evolucionara desfavorablemente se podrá dejar sin efecto la sustitución, volviéndose a aplicar la medida de internamiento".