El Besamanto pone punto y final al novenario de la Virgen de la Montaña. Comenzó ayer a primera hora de la mañana y continuará hoy hasta la medianoche. Ayer, a pesar de la lluvia y el mal tiempo, miles de personas pasaron por la concatedral de Santa María para tocar, besar y ver de cerca el manto de la patrona, el momento más multitudinario del novenario.

La Virgen de la Montaña, que desde que bajó del santuario ha permanecido en el altar de la concatedral, ayer se bajó a la nave central del templo, un lugar más accesible para el paso de los fieles. La cofradía ha encargado este año 40.000 estampitas que serán repartidas entre las personas que se acerquen al Besamanto. Esta vez la patrona luce en este recordatorio el manto número 45, conocido como de ‘los sombreritos’; de damasco blanco, tejido con sedas de color e hilos de oro y plata (fue el manto que lució el pasado jueves). En el dorso de la estampita se ha escogido la oración del Magnificat a la Virgen, una de las más antiguas y extendidas dedicadas a la imagen mariana.

Estaba previsto que la patrona luciera durante los dos días del Besamanto el manto número 130 (bordado a mano con hilo de oro, plata y seda, con tela de damasco adornado con pedrería, flecos y abalorios dorados), pero finalmente no será este el que lleve hoy y mañana debido a que era demasiado corto e iba a dificultar que la gente pudiera tocarlo. Así, las camareras de la Virgen tomaron la decisión de vestirla con el número 122, de damasco color verde, con bordado en hilo de oro y seda. Fue donado por María Teresa González Salgado. Este manto lo lució también en el novenario del año 2014.

El número 130, que estaba pensado en un principio para el Besamanto, lo llevará durante la procesión de Subida. Así la patrona volverá al santuario vestida de color vainilla y no de rojo como estaba previsto (en el programa del novenario aparece que el manto de la Subida será el número 99, pero no llevará ese). La Virgen regresará de estreno al santuario, ya que el manto que lucirá es nuevo. Fue donado en enero de este año por la cacereña María Cándida Salomón Gómez para agradecerle los favores recibidos.

Por otro lado, se ha ampliado hasta esta mañana la recogida de comida a favor del Banco de Alimentos debido a la buena acogida que está teniendo la actividad. Además entre ayer y hoy se venderán 2.500 rocas en el Palacio Episcopal.

El novenario finalizará definitivamente mañana, cuando se lleve a cabo la procesión de Subida de la patrona al santuario. A las nueve de la mañana comenzará la eucaristía para continuar después con el desfile de vuelta. Una vez en el santuario se celebrará, como es tradición, una misa de romeros en la explanada del templo.