En cantidad, la opción de vivir en un piso compartiendo el alquiler con compañeros gana por goleada a la alternativa de las residencias universitarias. Sin embargo, la comodidad que ofrecen este tipo de alojamientos hace que a día de hoy solo queden menos de una decena de plazas libres en toda la ciudad entre las seis residencias en funcionamiento actualmente, que alojarán a 463 universitarios este año. De hecho, la única que cuenta con plazas libres es la residencia Trajano, que dispone de 20 plazas de las que todavía media docena están sin ocupar. El régimen en este alojamiento es pensión competa de lunes a domingo.

El resto de residencias están todas completas, e incluso con listas de espera, y difieren bastante entre sí. Para aquellos que prefieren compañía numerosa y ocio dentro del mismo inmueble, las mejores opciones son las residencias Diego Muñoz Torrero, con hasta 170 plazas; el colegio mayor San José, con 130 plazas; y la residencia María Roso de Luna, con 120 plazas. Todas ellas ya están completas y, en cuanto a precio, las dos más económicas resultan Mario Roso de Luna y Diego Muñoz Torrero, donde alojarse cuesta 385’60 euros al mes, mientras que para los que opten por el colegio mayor San José la mensualidad se dispara hasta los 625 euros.

Estas son sin duda las residencias más equipadas en Cáceres. En el colegio mayor San José los estudiantes disponen de cafetería, aulas de estudio, biblioteca, gimnasio, varias pistas deportivas e incluso una piscina al aire libre. Tienen libertad para entrar y salir --como en el resto de alojamientos--, pero se les apunta la hora de llegada y la de salida al tratarse de un colegio mayor y no una residencia al uso. También los alojados en Mario Roso de Luna cuentan con similares instalaciones pero, en este caso, la diferencia esta en el inmueble: los jóvenes se alojan en grandes chalets con capacidad para 12 personas.

En contraposición, para esos universitarios que prefieren mayor tranquilidad e intimidad las mejores opciones son la residencia Belén, con 11 plazas, y la Zurbarán, con una docena de plazas. Pero ambas están cubiertas. Hospedarse en la residencia Belén en régimen de pensión completa cuesta 425 euros compartiendo habitación y 475 euros si se desea un cuarto individual, mientras que hacerlo en Zurbarán sale por 575 euros al mes, también en régimen de pensión completa de lunes a domingo. Solamente en la residencia Trajano disponen de media docena de plazas libres de las 20 que tienen, que previsiblemente se agotarán en los próximos días.

Por todo ello, se hace evidente que la opción de las residencias universitarias sigue teniendo su público fiel, que cubre cada año la oferta cacereña. De hecho, muchos estudiantes empiezan y acaban la carrera en el mismo alojamiento. «Aquí hemos tenido muchos universitarios que entraron en primero y se quedaron hasta quinto», apunta Mari Ángeles Iglesias, de la residencia Belén. P. CÓRDOBA