La asociación Astérix, uno de los principales colectivos de apoyo al inmigrante, calcula que en la capital cacereña residen actualmente casi la mitad de los extranjeros regularizados en la provincia, es decir, alrededor de 5.000. De ellos, un millar permanecían en situación ilegal hasta hace algunos meses, "pero el proceso extraordinario de regularización ha permitido que esta cifra disminuya a unos pocos cientos", explica Faustin Mbakop, responsable de Astérix. Sin embargo, otros aspectos tardan más en cambiar: la mayoría ocupan trabajos poco valorados, con sueldos pequeños y con escasa o ninguna cobertura social.