"No pinto por necesidad económica sino porque lo necesito para vivir y desde muy joven". El pintor placentino Agustín de Córdoba sintetiza en esa frase lo que supone la pintura en su existencia: todo. Con el mismo afán por sintetizar ha surgido la exposición que desde ayer se puede ver en la sede de la Cámara de Comercio de Cáceres (plaza del doctor Durán, 2): Agustín de Córdoba (2005-2010) . Se trata de 31 obras de formato medio y técnica mixta sobre lienzo que condensan su actividad creadora en este periodo.

"Aun hoy sigo evolucionando y cada vez me siento más valiente más atrevido y más transgresor en mi pintura", señala el creador de esta colección integrada principalmente por obras inspiradas en paisajes extremeños, como Amborz II , Monfragüe I , Alcornoques de Plasencia o Aljibe , con varias vistas del depósito árabe cacereño; pero también en sus viajes, como El Gondolero . Además una de las obras, Los Arribes del Duero está integrada en la colección Mocaral.

"Metido de lleno entre la abstracción y la figuración", como se siente ahora, afirma que se siente ante todo "dibujante" y "más cómodo" en la creación no comercial. "He rechazado retratos por encargo porque necesito que mi mente esté virgen, que mi pintura sea sincera", dice.