Womad escribió ayer una nueva página inolvidable en su historia de amor con Cáceres. El festival, que volvió a poner hasta arriba las plazas del casco antiguo, había reunido anoche a las 23 horas a más de 50.000 espectadores, según el balance del jueves y el viernes ofrecido por el Consorcio Gran Teatro, organizador del evento. Con un ambiente excepcional y sin incidentes --Cruz Roja atendió a solo 7 personas el jueves y ayer a las 20.30 horas aún no había intervenido--, la jornada se vivió al ritmo de tambores y de la música en los escenarios, con un masivo botellón en el casco antiguo como el día anterior.

Y es que Womad 2007 ha vuelto a confirmar lo que ha sido siempre: una enorme concentración ciudadana en torno al alcohol y la música, dos factores comunes que dan como resultado un festival en el que el público disfruta de lo lindo y, además, gratis. Cumpliendo el horario previsto, los conciertos y talleres se fueron sucediendo durante toda la tarde. La americana Bettye LaVette y su tremenda voz del soul más auténtico, los manos del ghanés Abass Dodoo (One Drum) con el tambor o el encanto de la india Sheila Chandra fueron lo mejor de un viernes en el que, de nuevo, Palestina volvió a reivindicar su lugar en el mundo con Trío Joubran.

Los servicios de limpieza, que el jueves recogieron más residuos que en la misma jornada del año pasado, volvieron de nuevo a estar a la altura de la convocatoria. No es fácil trabajar cuando el público apuesta por el suelo como mejor asiento. La foto fija del estreno del jueves en el casco antiguo volvía a repetirse. Como si las plazas fueran playas, los womeros fueron cubriendo la arena de las piedras hasta hacer difícil el trasiego de la gente, incesante durante toda la tarde entre el Arco de la Estrella y el escenario de San Jorge. Por allí pasaron los extremeños Xöai Mai. Cumplieron a la misma hora en la que lo hacían los flamencos desenfadados de Pedro Peralta, lleno en el Gran Teatro.

De nuevo se repitieron las colas para acceder al palacio de Carvajal, que se quedó pequeño para los raros instrumentos iraníes de Ensemble Shanbehzadeh. El nigeriano Tony Allen y el camerunés Muntu Valdo completaron el cartel, a la espera del guineano NIFaly en San Jorge y el maliense Toumani Diabate en la plaza Mayor, últimos en el casco antiguo antes del cierre de Acetre en el Gran Teatro.