El 60% de las adopciones de perros que gestiona la Asociación Cacereña de Protección y Defensa de los Animales se realizan por parte de ciudadanos extranjeros, principalmente alemanes, aunque también holandeses y suizos. Este será, probablemente, el futuro de gran parte de los alrededor de 75 perros que la protectora ha acogido en sus instalaciones --actualmente saturadas-- desde el pasado 1 de junio.

El principal receptor de animales es Alemania. La conexión por parte de los colectivos alemanes que gestionan los trámites se establece mediante internet. A través de la red recaban toda la documentación del perro --incluida una foto-- y en Alemania buscan adoptantes. Hay animales que, incluso, se trasladan inicialmente a casas de acogida hasta que se les encuentra un hogar definitivo. "Esto sería muy necesario aquí", señaló Juana García, presidenta de la Asociación Cacereña para la Protección y Defensa de Animales.

Precisamente la vicepresidenta de la protectora, Isabel Alcalá, se encuentra actualmente en el país germano realizando tareas de seguimiento a los animales que han sido adoptados allí. Este control se lleva a cabo también a través de internet, donde los adoptantes cuelgan fotografías de los canes en su nueva casa.

Juana García reconoció, en declaraciones a EL PERIODICO, que entre los cacereños no existe "mucha cultura de venir a la protectora a adoptar" y que la mayoría de las personas que llaman se interesan "por cachorritos y, a ser posible, de raza".

En este sentido, comentó que muchas de las llamadas son para buscar "perros de moda, como yorkshire, labradores o golden". No obstante, también hay personas que acuden porque quieren un perro "y les da exactamente igual el que sea".

Los animales salen en las mismas condiciones de la protectora, independientemente de si son adoptados en Cáceres o en el extranjero: "totalmente testados, desparasitados interna y externamente, y con microchip. Los machos salen vasectomizados y las hembras esterilizadas". Este último apartado se cumple "a rajatabla", pues es una política para combatir los abandonos.

LISTA DE ESPERA Para el último perro que acogió ayer la protectora --una pareja lo encontró en Valdesalor-- ya no había sitio y tuvo que ser ´alojado´ en un pasillo. El animal, aún sin nombre, se suma a los más de 70 perros que ´residen´ en las instalaciones que gestiona la protectora de animales cacereña. Juana García, explicó que aproximadamente el 80% de los animales que acogen son recogidos de la calle --bien por los voluntarios o bien por ciudadanos que dan la alerta a la policía o los llevan al centro-- y sólo el 20% restante son puestos en manos de la protectora por sus propios dueños. "Hay lista de espera para particulares porque no nos podemos hacer cargo, las instalaciones son pequeñas y no podemos estar hasta arriba de animales". Juana García comentó que los motivos esgrimidos para deshacerse del animal son múltiples, en muchas ocasiones, que suelta pelo, ladra o por la edad del can, aunque también reconoció que existen causas de fuerza mayor.

"Hay gente que quiere dejar aquí el perro para que nosotros lo matemos, y nosotros no matamos perro, estamos precisamente para protegerlos y conservarlos en vida. Si una persona ha sido responsable de un perro durante muchos años lo lógico es que le dé una muerte digna, y para eso están perfectamente cualificados los veterinarios".

ACONDICIONAMIENTO El número de perros que en estos momentos acoge la protectora y la elevada población de machos -- que no se pueden "juntar en perreras porque se matarían"-- ha saturado las instalaciones, que, según Juana García, padecen "muchas deficiencias". En este sentido, confió en que en septiembre puedan dar comienzo las esperadas obras de reforma de la vieja perrera y explicó que es necesario adecentar los suelos y paredes de los cheniles --lugar donde duermen los animales--, así como el saneamiento, pues este verano se han atascado los tragantes y han sido necesarias dos intervenciones de la empresa Conyser. "Es urgente que antes de que llegara el invierno que esto se intentara adecentar lo máximo posible".

Los voluntarios acuden a las instalaciones los 365 días del año. A diario trabajan cuatro personas y cuentan con la ayuda de otras algunos días a la semana. Juana García animó a los jóvenes a formar parte del voluntariado de la protectora: "Aquí no tienen que venir a limpiar, sino a estar con los perros para que aprendan a socializarse".