Hasta todos los juzgados de instrucción de la ciudad han llegado reclamaciones por las irregularidades cometidas en el cotillón de fin de año del Palacio de Los Golfines. El caso ha desbordado, hasta tal punto, indicaron ayer a EL PERIODICO fuentes judiciales, que cada uno de los seis juzgados de instrucción que existen en Cáceres tramitan una media de 10 demandas contra el organizador del cotillón.

Las misma fuentes matizaron que se trata de unas 60 reclamaciones civiles, demandas individuales de los afectados, que exigen que los organizadores les devuelvan el precio de las entradas, que fue de 55 euros.

Se trata de un caso que por sus características y ser tan masivo ha sorprendido a los propios jueces, algunos de los cuales reconocieron ayer a este diario que no existen precedentes al respecto. Sobre el proceso indicaron que serán juicios verbales, "muy sencillos, en los que no se necesita ni abogado ni procurador, y en los que los demandantes habrán de demostrar que efectivamente el servicio que se les dio en el cotillón no fue el ofertado".

Y la resolución, añadieron, dependerá en cada caso de lo que acredite cada demandante. "Si se acredita que hubo un incumplimiento y que fue grave podría llegarse a obligar al organizador a devolver el precio de la entrada, pero tendrán que acreditarlo los propios afectados, pues en este caso no se actúa de oficio".

SIN PRECEDENTES Antes de llegar a los juzgados, afectados por las presuntas irregularidades cometidas en el cotillón de Los Golfines llegaron tanto a la Inspección de Consumo como a la Federación de Amas de Casa, Usuarios y Consumidores de Cáceres.

Ante ambas organizaciones denunciaron que en dicho cotillón se habían producido falta de seguridad, exceso de aforo, cobro de servicios incluidos en el precio, escasez de bebidas, carencia de hojas de reclamación...

Ya en su día, el responsable de la organización de la fiesta, Antonio Costa, desmintió a este diario que se produjeran las mencionadas anomalías, aunque reconoció fallos "que no fueron intencionados", manifestó.

Al igual que mostraron algunos de los jueces cacereños su sorpresa por este caso, que calificaron de "curioso", por el alto número de reclamaciones individuales que han llegado a los juzgados por un hecho de estas características, la abogada de la federación de amas de casa y consumidores, María Suárez, también reconoció que es la primera vez que les ha ocurrido una cosa así, que les llegue tal volumen de reclamaciones de golpe.