Canal de Isabel II, empresa que gestiona el servicio de abastecimiento de agua en la capital, está realizando un amplio sondeo entre los usuarios sobre el servicio prestado. Pregunta a un 17% de los abonados, lo que supone que participarán en la encuesta entre 4.000 y 4.500 consumidores de Cáceres. Los datos del sondeo previo, facilitados a EL PERIODICO EXTREMADURA por la compañía, revelan que un 63% de los usuarios califican la calidad del agua del grifo de buena, frente a un 34% que consideran que es mala.

Otro resultado del último muestreo, que no se difundió públicamente, es que un 61% de los encuestados declaran que beben agua del grifo, por un 39% que la consumen embotellada. Además, también son mayoría quienes opinan positivamente respecto al tiempo de reacción de los operarios ante las averías.

Pedro Pacheco, director financiero de Canal de Isabel II, explicó a este diario que los muestreos para conocer el grado de satisfacción de los ciudadanos se realizan cada dos años. "Nos sirven para conocer qué piensa el usuario e incidir en la mejora del servicio", apuntó.

La encuesta que se realiza es telefónica y consta de siete preguntas, en las que se pide a los usuarios que den su opinión sobre la calidad, la claridad de los datos que aparecen en los recibos, el tiempo de duración en la reparación de las averías, la atención recibida por parte de la empresa, la gestión de la empresa Canal de Isabel II, si se bebe el agua del grifo y el motivo y qué se mejoraría del servicio.

El sondeo actual es el tercero que se efectúa. En el primero hubo un 40% de los consumidores que calificaron el agua de Cáceres de mala, frente a un 45% que la consideró buena, además otro 11% la tachó de muy mala y un 3% de muy buena. En el segundo se pasó a un 61% de consumidores que manifestaron que la calidad del agua era buena, un 2% que estimó que era muy buena, un 30% que aseguró que la calidad era mala y un 4% que la valoró como muy mala.

El consumo de agua durante el 2006 fue de 10,5 millones de metros cúbicos (más de diez mil millones de litros), lo que significa un ahorro de 900.000 metros cúbicos, un 8,5% menos que el año anterior.

Los 10,5 millones equivalen al agua que se trató en la estación potabilizadora, de los que 7,1 se facturaron en las tasas que abonan los usuarios cada dos meses, una cantidad que también se recortó respecto al 2005, cuando se facturaron 7,6 millones. No todo el agua que se produce se factura, ya que el uso público, incluidos parques, riegos, limpieza viaria o pérdidas, no se grava.