El obispo de la Diócesis de Coria-Cáceres, Francisco Cerro, ha afirmado hoy que unas 7.000 personas participarán en el Sínodo de la Iglesia convocado para sustituir al de 1987 y cuyo objetivo es el "renovar y fortalecer la fe" afrontando los nuevos retos de la sociedad actual.

El sínodo, ha explicado Cerro, es uno de los acontecimientos "más especiales" de una diócesis, porque en él está llamados a participar toda la comunidad cristiana, practicantes o no, y porque su resultado marcará las acciones de pastoral para los próximos años.

La Diócesis de Coria-Cáceres, es una de las más antiguas del país, ha indicado Cerro, y "tan sólo cuenta con XIII sínodos", por lo que después de treinta años, ha añadido, "es el momento de celebrar otro porque la sociedad ha cambiado, fundamentalmente por la crisis".

El secretario general del sínodo, Jesús Moreno, ha manifestado que ya se ha empezado a informar en las parroquias y asociaciones católicas para que participen y se han comenzado a repartir 7.000 encuestas que determinarán los problemas a los que se debe enfrentar la Iglesia.

Entre otras cuestiones se pregunta por cómo ven el mundo de hoy los ciudadanos, si la Iglesia da respuesta a los problemas de hoy en día, si se está dando respuestas a los necesitados o cómo se transmite la fe.

En una segunda etapa se crearán los grupos sinodales que escogerán de los problemas detectados los 4 o 5 más importantes y los analizarán y debatirán sobre ellos.

Tendrá lugar la asamblea sinodal, en la que participará un representante de cada grupo y en la que pueden llegar a ser unas mil personas y de ahí saldrá un documento que refleje los pasos a seguir en los próximos años.

Este proceso puede durar entre dos años y medio y tres y el obispo ha aclarado que "no se van a tocar cuestiones doctrinales sino un planteamiento de pastoral".

"La diócesis necesita afrontar los nuevos retos de una sociedad y un mundo en crisis y por ello es necesario afrontar una nueva etapa evangelizadora", ha concluido Francisco Cerro.