A Sara la abandonaron en una casa de La Mejostilla cuando a los inquilinos les echaron del inmueble por impago. Una circunstancia que nada tenía que ver con ella, sin embargo la hicieron partícipe y se convirtió en la más desdichada de la historia. Sus vecinos fueron los primeros que sintieron compasión por ella. Le arrojaron comida y finalmente el animal consiguió escapar.

Sara fue recogida por los responsables de la perrera municipal y su caso es uno más de los muchos perros que en verano sufren el abandono por parte de sus dueños, ya que prefieren dejar al "bichito" donde sea en vez de cargar con él mientras se van de vacaciones.

La perrera municipal de Cáceres tiene acogidos a 85 canes, la mayoría abandonados como Sara , excepto uno, que fue entregado por su dueña por causas muy justificadas según la encargada de las instalaciones, Juana García.

Al año son recogidos aproximadamente unos 500 animales, pero el pasado mes de julio ha sido uno de los más duros para Juana García, ya que hubo muchísimas recogidas y tuvieron que llegar a hacer eutanasias, seis en concreto el mes pasado. Juana quiso dejar claro que " en la bolsa de eutanasias nunca entra un perro sano y afable, sino un animal que tenga problemas". También comentó que se ha convertido en algo habitual el que alguien toque a la puerta de la perrera diciendo que se ha encontrado al perro que lleva en los brazos. Tampoco se le puede rebatir, porque como bien indicó Juana, "una nunca sabe si te está diciendo la verdad o no".

La falta de espacio es el gran problema que hoy día sufre la perrera para mantener allí a tantos animales como tiene, ya que su capacidad es para 60 ejemplares. Cuando no podían hacerlo de otra manera, buscaban casas de acogida o los juntaban como podían comprobando antes si los perros eran compatibles para vivir juntos. Por esto mismo, entre otras cosas, la perrera ofrece la posibilidad de adoptarlos. Según Juana, son pocos los animales que se adoptan, los que más salen al extranjero. La protectora tiene una página de internet donde figuran muchos ejemplares. Según la presidenta, "durante el mes de agosto en concreto se incluyen animales que no dan problemas, pero ocupan mucho espacio porque son muy grandes, como mastines y galgos. Van a Holanda y Alemania".

Juana García también comentó que tienen varios gatos y que algunos de ellos se van a casas de acogida. "La mayoría de ellos salen ya adoptados y la gran mayoría de las veces las familias que los acogen luego los adoptan", explica. La presidenta asegura que internet les ha abierto muchas puertas, "de lo contrario, esto sería tremendo. Alemania y Bélgica nos ayudan y Barcelona sobre todo en el tema de galgos, porque hay concienciación". De hecho, en Barcelona existe una importante protectora que se llama SOS Galgos , dedicada exclusivamente a esta raza.

De hecho, muchos perros vivieron en la perrera durante un tiempo y luego fueron dados en adopción. "Puedo asegurar que esos perros se encuentran en muy buen estado, están muy bien cuidados y con familias que les quieren". Ochenta y cinco son los perros que en estas instalaciones reciben a diario cuidados de todo tipo. Un equipo de dos trabajadores fijos, cuatro voluntarios y gente con ganas de ayudar mantienen la perrera limpia y preparada para los canes. Lo primero que hacen por la mañana es medicarlos (se repite cada doce horas o cada ocho si es necesario), los sacan a jugar y están con ellos, mientras parte del personal limpia el recinto y llena los botes de agua y de comida. Todas sus necesidades se cubren, incluso el veterinario o lo que sea preciso.