"El lunes pasado fui al cajero del Banco de Santander que está en Cánovas y al intentar sacar dinero me dijo que la operación no estaba autorizada. No le di demasiada importancia porque hay veces que sucede. Pero al día siguiente lo intenté de nuevo en Antonio Hurtado y volvió a decirme lo mismo. Entonces ya comencé a preocuparme".

Javier es uno de los afectados por el fraude de las tarjetas. A su mujer y a él les han robado algo más de 1.800 euros, que los ladrones les quitaron en cinco reintegros, uno de 624 euros y otros cuatro de 312. Ayer relataba lo que les ha ocurrido. "Al ver que el cajero automático no me daba dinero, entré en el banco y me dijeron que había sido víctima de una estafa. En ese momento te sientes muy indefenso. Menos mal que enseguida nos tranquilizaron y nos dijeron que el dinero nos lo iban a devolver".

Su mujer también explica el trance: "Te fastidia porque el dinero te cuesta mucho trabajo ganarlo y que vengan a quitártelo así, de golpe, no es agradable. Menos mal que a mí me dieron todo mascado, primero el disgusto y seguidamente la solución".

¿Volverán a usar un cajero? "Te queda algo de desconfianza porque nunca pensábamos que nos pudiera tocar. Me parece que a partir de ahora el cajero lo usaré poco", comenta la mujer de Javier que lamenta lo sucedido. "Menos mal que teníamos algo ahorrado", advierte.