NACIO EN TRUJILLO (1945)

TRAYECTORIA TRABAJO 35 AÑOS EN EL BANCO HISPANO AMERICANO, 13 EN MADRID Y EL RESTO EN CACERES.

CARGO PRESIDE LA ASOCIACION CACEREÑA DE PREJUBILADOS DE BANCA

Abraham López García vive una segunda juventud a sus 59 años. Se prejubiló del Banco Santander (antes Hispano) hace 4 años y fundó la Asociación Cacereña de Prejubilados de Banca, hoy con 137 asociados y una recién inaugurada sede.

--¿Cómo se vive eso de ser prejubilado?

--Muy bien. A mi me vino bien porque tengo muy buena edad para disfrutar aún de muchas cosas con mis compañeros.

--Vamos, que si los trabajadores sueñan con la jubilación, la prejubilación es el paraíso.

--Sí, porque jubilarte padeciendo ya de todo no merece la pena, pasas más tiempo en el médico que en ningún otro sitio. Con una prejubilación que deje buen sueldo, puedes hacer lo que no hiciste en tu juventud porque estabas trabajando.

--¿Tiene alguna desventaja?

--Que el sueldo se te congela para el resto de la vida, mientras que los precios sí suben.

--¿Añora la vida laboral activa?

--A veces sí, encuentras vacíos y sientes que estás en facultades de seguir trabajando, pero yo tengo la suerte de estar muy vinculado a mis compañeros.

--Cuando se es trabajador, se piensa en lo que se hará al jubilarse. ¿Lo hacía usted y lo ha conseguido?

--Sí. Me faltan horas al día. Soñaba con dedicarme a lo que me gusta, que la pintura y la escultura, y lo hago. Estudié muchos años Bellas Artes y ahora enseño a los socios del colectivo.

--¿Por qué una asociación?

--El antiguo Banco Hispano tenía una como obra social para sus prejubilados y de ahí surgió. Ayuda a mantener el vínculo con los compañeros y a ocupar las horas de ocio.