Acaba de iniciar su producción como la planta más moderna de Europa en el sector, debido a las tecnologías que aplica. Su construcción concluyó a finales del 2016 con una inversión excepcional de 20 millones de euros, y hace un mes se puso en marcha con medio centenar de empleados. Herma Productos de Limpieza pisa con fuerza desde los comienzos, está registrando una buena acogida en los mercados europeos y africanos, y sus previsiones hablan por sí solas: pretende facturar 50 millones de euros en un plazo de unos cinco años. Para entonces también proyecta duplicar su plantilla.

Nace de la mano de un grupo empresarial ya consolidado, Industrias Mecánicas de Extremadura (Imedexsa), fabricante de estructuras eléctricas con proyectos en diversos países. Es el accionista mayoritario de Herma, una nueva planta que ayudará a diversificar la actividad del grupo para no poner todos los huevos en la misma cesta, máxima del mundo empresarial. Ambas industrias comparten ubicación en la geografía cacereña, concretamente en el Polígono Industrial de Santiago del Campo, donde sus naves de grandes dimensiones se encuentran junto a la Autovía de la Plata (A-66), entre los puentes del Tajo y el Almonte. Imedexsa tiene además otra planta en Casar de Cáceres.

Diseñada para entrar tanto en el mercado nacional como en el internacional (Europa y África), la alta inversión de la nueva fábrica se debe a su elevado grado de tecnología y automatización para ser productiva y eficiente. Las instalaciones ocupan 17.000 metros cuadrados en una parcela de 80.000 pensada para futuras ampliaciones, que si se cumplen las expectativas serán más que probables. Se encuentra a 25 kilómetros de la capital cacereña.

Fabricante de detergentes en polvo y líquidos, suavizantes y otros limpiadores, actualmente tiene un turno de trabajo. «Nuestra idea es aumentar a tres turnos, cerca de cien personas, cuando la planta esté a pleno rendimiento. La previsión es que podamos hacerlo en unos cinco años», explica Francisco Delgado, director general.

De hecho, Herma ha creado sus propias marcas. «Ahora estamos fabricando nuestros productos e introduciéndolos en los mercados mediante acuerdos con distribuidores», explica el responsable. La firma tiene nada menos que 15 marcas desarrolladas por ella misma, de su propiedad, debidamente registradas. Saldrá al mercado nacional con las cuatro primeras: ‘O2+Power’ (detergente tanto en polvo como liquido); ‘Swan’ (suavizante); ‘OX‘ (lavavajillas y fregasuelos), todas ellas de eficacia alta y precio medio, además de la gama completa de productos ‘ESIL’, diseñada para competir en otro segmento más económico que las anteriores.

Dichos artículos ya están llegando a las cadenas españolas y a distribuidores en África. Sin duda, objetivos muy altos desde el comienzo, acordes con la inversión realizada. Pero Herma sabe lo que hace. «Somos conscientes de que hay mercado en este sector. En España se consumen productos de limpieza por 1.500 millones de euros anuales, y en Portugal por 400 millones. Solo en la Península Ibérica hablamos de casi 2.000 millones», indica Francisco Delgado. «Vamos a ir a todo el mercado, tanto a las cadenas de supermercados como hipermercados, al mercado tradicional y a los mayoristas o distribuidores, así como al mercado institucional: tintoterías, hoteles...».

Herma también trabajará las marcas blancas porque garantizan un volumen muy importante para este tipo de fábricas, «por eso hemos diseñado una planta competitiva, moderna, apostando por la calidad del producto unido a la tecnología y al ahorro energético, e impulsando el I+D para lanzar artículos nuevos o completar la gama de las cadenas», indica Francisco Delgado. «Todo ello --prosigue-- nos dará ventaja a la hora de negociar la producción de las marcas blancas, porque podemos ofrecer al mismo precio un valor añadido en cuanto a eficacia y calidad, o bien ofrecer lo mismo que otros pero más eficientes en coste».

El resto de las patentes se irán desarrollando o se cederán en exclusiva a cadenas que no quieren entrar en las marcas blancas por su dimensión o porque no desean incurrir en ese coste. Dicho concepto, denominado ‘cesión de marcas’, no es muy habitual pero en Herma está funcionando.

De hecho, la planta ha conseguido en sus inicios más receptividad de la que esperaba en Europa, y más visitas de las que eran previsibles por parte de distribuidores y clientes interesados. «Es cierto que existen muchas fabricas de detergente en el continente, pero son antiguas y en el sector hay ganas de ver cosas nuevas», desvela Francisco Delgado.

Las bondades de esta nueva planta se completan con su ubicación, muy valorada por los responsables, «en el centro de la A-66 y por tanto enlazada por carretera desde Cádiz hasta Gijón, además de centrada en la península, cerca de Madrid y Portugal», precisa el responsable. Herma ha decidido no tener transporte propio. «Subcontratamos la logística a profesionales que siempre lo harán mejor. Además, en este sector muchos clientes vienen con sus transportes», señala.

En la planta se respira «ilusión» entre la plantilla, formada por ingenieros, técnicos electrónicos, operarios con manejo de robótica y otros empleados con conocimientos más básicos. Todos forman un engranaje en el que nadie toca los productos, nada se hace a mano. «Se trata de una planta segura, pensada para el trabajador», destaca el director.