La Audiencia Provincial ha absuelto por falta de pruebas a un toxicómano acusado de tráfico de drogas en Cáceres y ha condenado a cuatro años de prisión a sus proveedores, un matrimonio que vendía cocaína y heroína en su piso de la barriada placentina de San Lázaro, según una sentencia hecha pública ayer.

El tribunal entiende que no hay pruebas inculpatorias suficientes que demuestren que F. F. P, apodado el Taxista , se dedicaba a la venta de cocaína y heroína en su casa, situada en la plaza 8 de septiembre, como sostenía inicialmente la Policía Nacional.

Tras la vigilancia a la que se sometió su domicilio, la policía comprobó cierto trasiego de drogadictos que entraban y salían del edificio. Además, se interceptó a dos de ellos con envoltorios de plata, pero no se hallaron rastros de sustancias. F. F. P. fue denunciado por el excompañero sentimental de su novia, de ahí que el tribunal perciba una motivación espuria en la denuncia. Todo ello, según el fallo, desbarata la acusación contra el Taxista al carecer de pruebas de peso.

LOS SUMINISTRADORES En cambio, sí se considera probada de forma contundente la comisión del delito contra la salud pública de Rafael V. v., el Bananas , y su mujer María Josefa F. M., conocida como Pepa , a quienes el Taxista les compraba la droga.

Este se trasladaba hasta el domicilio de la pareja en el barrio de San Lázaro para adquirir la sustancia por ser más barata que en Cáceres y se la vendían indistintamente el hombre, al que no se le aprecia atenuante por su consumo de estupefacientes, y la mujer. Además de la pena de prisión, tendrán que pagar cada uno 3.500 euros de multa.