No se admitirán especulaciones de ningún tipo con Isla Cañada. El permiso se concedió hasta el 30 de septiembre". Así de contundente se manifestó ayer el alcalde en funciones, Felipe Vela, acerca de la posible ampliación de la actividad de la nueva pista de verano hasta el invierno. Los universitarios han solicitado a los propietarios del negocio su cesión para las fiestas que realizan las distintas facultades durante el curso, y los empresarios recordaron ayer que la licencia temporal podría mantenerse hasta seis meses con el beneplácito del ayuntamiento.

Sin embargo, Felipe Vela dejó ayer muy clara la postura municipal: "La pista se abrió a través de una resolución de la alcaldía que recogía la fecha de cese, el 30 de septiembre, y los horarios de cierre, hasta las 3.00 de la madrugada en días laborables y hasta las 3.30 en jornadas festivas. Por tanto, no habrá nada nuevo al respecto", matizó Vela, recordando que el negocio se abrió para ampliar la oferta de las noches de verano. "Los vecinos de la zona pueden estar tranquilos; Isla Cañada es lo que es, una pista de verano", subrayó.

LIMITADOR DE RUIDOS El alcalde en funciones también comunicó que ha visitado la urbanización de la Cañada durante las madrugadas del jueves y el sábado, acompañado de la policía local, para comprobar de primera mano si la pista genera o no molestias. "En el interior del residencial no hay problemas, pero las primeras viviendas, las más cercanas al local, sí reciben algunos ruidos. No son intensivos, pero hay que evitarlos, de modo que hablaremos con los empresarios para colocar un limitador. Tenemos que conjugar los derechos privados con los públicos", explicó Felipe Vela.