Dos agentes de la policía local le acusaron de sendos delitos de calumnias y falso testimonio, pero ha resultado absuelto. Todo se derivó de unos hechos ocurridos hace más de tres años, y del proceso judicial que los mismos motivaron.

El acusado, J. R. L., como propietario de un negocio de compraventa de vehículos en Cáceres, denunció a agentes de la Policía Local por coacciones, hurto de uso y prevaricación. Aseguraba que, para tratar de conseguir que le vendiera un coche, un oficial, con la pasividad de otros dos agentes, y "como forma de coacción", le retiraba con la grúa los vehículo que tenía "perfectamente estacionados en la vía pública, justo enfrente de la exposición de coches que regenta" y los trasladaba al deposito municipal.

Por estos hechos, que ocurrieron en abril del 2007, el oficial, R. A. R., y los dos agentes, P. F. M. y A. C. G., de la policía local a los que J. R. L. acusaba fueron juzgado en la Audiencia Provincial en septiembre del 2008. Resultó condenado R. A. R., al que la Audiencia declaró autor de un delito de amenazas, por el que le impuso una condena de siete meses y medio de cárcel --esta sentencia está recurrida ante el Supremo-- y le absolvió de los de coacciones y prevaricación; mientras que los dos agentes fueron absueltos.

Tras ser absueltos, fueron ellos los que denunciaron al propietario del negocio de compraventa de vehículos que les había denunciado, al que acusaron por su parte de delitos de calumnias y falso testimonio.

Tras el juicio, celebrado en este caso en el Juzgado de lo Penal 2 de Cáceres, se dictó para J. R. L. una sentencia absolutoria. El juez resuelve que en este caso "no existe prueba fehaciente de que el dolo del acusado era el de falsear la realidad a sabiendas e inducir con ello a error al Tribunal" cuando acusó a los dos agentes de coacciones. En definitiva, concluye en la sentencia, "existiendo dudas no podrá entenderse desvirtuada la presunción de inocencia, al no existir propiamente una prueba inequívoca de cargo, debiendo ser por consiguiente absolutoria la sentencia que se dicte".