El cacereño de 42 años acusado de matar y emparedar a su hermana de 36 en una habitación de la vivienda de ésta, situada en el tercer piso del bloque C de la calle Ródano, seguirá en prisión.

Así lo indicaron ayer a EL PERIODICO fuentes jurídicas cercanas al caso, al indicar que el juez instructor del caso no tiene previsto realizar más diligencias "hasta que desde el Instituto de Toxicología de Sevilla se remita el informe complementario de la autopsia de la víctima".

Según dicha fuente, no parece que a corto plazo el juez que se ha hecho cargo de la instrucción de esta causa, el titular del Juzgado número 5, tenga intención de volver a tomar declaración al acusado, Zósimo Pascual Recuero. Por el momento lo que sí ha decretado es la puesta en libertad provisional, aunque con la obligación de comparecer los días 1 y 15 de cada mes en el juzgado, de Purificación García García, compañera sentimental del acusado y también imputada en el proceso por la muerte de Aurora Pascual Recuero.

Otra novedad en esta causa se centra en cambios habidos en cuanto a la defensa de los acusados, ya que el abogado que venía ejerciendo la defensa de ambos desde que fueron detenidos el pasado 20 de abril asumirá a partir de ahora sólo la de Purificación. Ante ésto, el Colegio de Abogados habrá de asignar un letrado para Zósimo Pascual.

EL SUCESO Como ya publicó este diario, Zósimo Pascual y Purificación García fueron detenidos el 20 de abril tras descubrirse el cuerpo sin vida, y emparedado en un dormitorio de su vivienda, de Aurora Pascual, que llevaba desaparecida desde primeros de diciembre del 2005.

Dos días después los detenidos fueron puesto a disposición judicial, y la titular del Juzgado número 4, que se encontraba de guardia, decretó su ingreso en prisión. Del caso se ha hecho cargo posteriormente el Juzgado 5, cuyo titular decretó el pasado viernes, tras tomar de nuevo declaración a Purificación, su puesta en libertad provisional.

Por su parte, los forenses del Instituto de Medicina Legal de Cáceres realizaron la autopsia al cuerpo de Aurora Pascual, pero dado el avanzado estado de descomposición que presentaba se remitió al Instituto de Toxicología de Sevilla para estudios complementarios, estándose a la espera de los resultados.