Los dos acusados del atropello mortal de Juan Carlos Marcos, candidato del PP por Robledillo de Gata, el 14 de mayo de 2011, se declararon ayer inocentes en el primer día de juicio. Se enfrentan a la petición de 16 años de cárcel de la fiscalía por «asesinato concurriendo alevosía». Una de las acusaciones particulares, la del padre y hermanos del fallecido, solicita una pena de 17 años, mientras que la otra acusación particular, la de la viuda e hijo de la víctima, pide 4 años de prisión en caso de no acreditarse que hubo voluntariedad en el atropello.

Tras constituirse el jurado popular, formado por 9 miembros y dos suplentes, comenzó el juicio en la Sala de Vistas de la Audiencia Provincial de Cáceres. Según la fiscal, Ruth Crehuet, en las conclusiones provisionales, los acusados y la víctima celebraban sendos actos de fin de campaña electoral el 13 de mayo de 2011 en las localidades de Descargamaría y Robledillo de Gata respectivamente. Uno de los acusados, Modesto Sánchez, era concejal de Descargamaría por el PSOE, pero «por desavenencias con sus compañeros de partido», según la fiscalía, ayudaba en la campaña del PP, lista en la que estaba incluido el otro acusado, Luis Miguel Hernández. Por su parte, la víctima era candidato del PP por Robledillo de Gata.

Tras finalizar el acto, los acusados se desplazaron a la vecina Robledillo. Allí coincidieron con la víctima en un bar. A las 4.30 horas de la madrugada del 14 de mayo, Juan Carlos Marcos abandonó el local «en estado de embriaguez» y fue a pie por la carretera CC-7.1 hasta su casa en Descargamaría. Poco después, abandonaron también el bar los acusados que se encontraron con Juan Carlos Marcos «tumbado, boca arriba e inconsciente» en el carril derecho de la carretera, sentido Descargamaría. Según la fiscalía, los acusados, «puestos previamente de acuerdo», situaron el vehículo que conducía Modesto Sánchez «en el carril contrario según el sentido de la marcha, en parado y, desde allí, iniciaron la marcha a muy escasa velocidad, introduciéndose en el carril de la derecha, en el que se hallaba tumbado Juan Carlos, y pasaron la rueda delantera derecha del coche por encima del cuerpo inerte del mismo», lo que le provocó la muerte inmediata por aplastamiento. Según la acusación, se encontraron restos de ADN de la víctima en una pieza de plástico que «encaja» con el vehículo de los acusados.

Estos, por su parte, han negado los hechos. El primero en testificar ha sido Modesto Sánchez, que ha afirmado que no conocía personalmente a la víctima hasta el encuentro en el bar, donde éste le dijo, «somos los mejores, ¡chócala!», por apoyar los dos al PP. Según Sánchez, Juan Carlos Marcos se encontraba en estado de embriaguez. El acusado reconoce que bebió «un par de copas», pero asegura no estar borracho, por lo que condujo de nuevo a Descargamaría junto a Luis Miguel Hérnández. Modesto Sánchez negó que atropellara a Juan Carlos Marcos ni a nada, asegura que llegaron a su pueblo y visitaron a otro simpatizante de su partido, ya avanzada la madrugada, pero sin precisar la hora. Al día siguiente, la Guardia Civil le pidió revisar su coche, lo que Modesto Sánchez facilitó a los agentes. Ese mismo día, afirma que volvió al bar de Robledillo de Gata y estuvo hablando de política con su propietario. Según la fiscalía, esta visita fue para inducir al propietario del local y la camarera para que dijeran que había abandonado el local a las 4.00 de la madrugada. El acusado, en cambio, asegura que les preguntó sin esa intencionalidad. La fiscal sostuvo un duro interrogatorio a Modesto Sánchez, hasta el punto de ser advertida por el juez, José Antonio Patrocinio.

Posteriormente, intervino el otro acusado, Luis Miguel Hernández, quien confirmó haber bebido aquella noche unas 14 copas, por lo que al montarse en el vehículo de Modesto «iba dormido», sin notar ningún incidente que le despertara, hasta que llegaron a Descargamaría. Hernández negó también haber acordado con Sánchez la muerte de Juan Carlos Marcos.

Por su parte, el abogado de la defensa, Ángel Luis Aparicio, trató de demostrar que ninguno de los dos acusados tenía motivos para asesinar a Marcos. Aparicio ha pedido además la reconstrucción de los hechos, porque en el primer informe de la Policía Judicial de Coria se descartó el asesinato y no fue hasta unos cuatro años después cuando la Guardia Civil de Tráfico de Cáceres, en un informe, sugiere este delito.

El juicio continúa hoy con el testimonio de los testigos y peritos.