escenarios se convertían en un "macrobotellón ".

Play! Cáceres también logró anoche mezclar a espectadores de diferentes edades, como si de una fiesta popular se tratara. Por momentos, el ambiente del concierto de Raimundo Amador se pareció más al de la fiesta de San Jorge que al de un macroconcierto. Padres con sus niños, grupos de jóvenes y algunas abuelas se acercaron al recinto para descubrir que el cantante sevillano sigue estando en forma. Arropado por una banda de calidad, Amador hizo un repaso a su repertorio, adornándose con la ayuda del potente equipo de sonido del escenario principal. Tras una hora de directo, el público le pidió más, algo que agradeció el artista con un par de canciones.

PUESTA EN ESCENA Con 25 conciertos programados todos los viernes y sábados de este mes y un millón de presupuesto, la apuesta por dar calidad de este nuevo festival también se notó en la puesta en escena. La iluminación del escenario principal de la plaza permitió aprovechar la belleza del Arco de la Estrella y la Torre de Bujaco, sobre la que se proyectó anoche el logotipo de Cáceres 2016, aunque faltó mayor presencia de la imagen de la candidatura en los escenarios.

De nuevo, los ciudadanos respondieron a la llamada de la música en directo en el espacio privilegiado del casco histórico, con buena respuesta de público y a la que ayudó también una temperatura agradable. Para hoy están previstos otros tres conciertos a cargo de Terrakota, Pablo Guerrero y Noa. Será otra oportunidad para probar que el festival Play! Cáceres funciona y la música es la razón más importante para ir a un concierto.

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