"Señol jues, pasi usté más alanti // y que entrin tos esos // No le dé a usté ansia / no le dé a usté mieo..." Los versos castúos de El Embargo han vuelto a resonar en el paseo de Cánovas, esta vez como homenaje a uno de los más fieles admiradores de Gabriel y Galán, el recientemente fallecido Valeriano Gutiérrez Macías. Poetas cacereños celebraron ayer un encuentro similar al que mantienen cada 6 de enero para recordar la memoria del que fuera político, escritor, investigador y difusor de las costumbres, el folclore y la cultura popular, además de precursor de esta cita anual bajo la estatua del poeta.

Joaquín García-Plata, Manuel Vaz-Romero, Matías Simón, Luis Martínez Terrón... Todos dedicaron poemas, cantos y discursos a Valeriano Gutiérrez, fallecido el 30 de abril a los 91 años. Fue vicepresidente de la Diputación Provincial, primer teniente de alcalde, coronel y académico de la historia, pero sobre todo "un trabajador infatigable, un curioso empedernido... Era la vida misma, pero no cualquiera, sino la arraigada en la tierra, la pegada al hombre, la que cuenta en la memoria histórica, la que deja una marca señera...", subrayó ayer su hijo Francisco Gutiérrez.

Una calle con su nombre

La Banda Municipal de Música y el ayuntamiento cacereño, a través del concejal Joaquín Rumbo, se unieron al homenaje. Durante el acto también se recogieron numerosas firmas para solicitar una calle con el nombre de Valeriano Gutiérrez Macías. Hasta ayer se habían recabado más de 800 adhesiones, que serán entregadas en el registro municipal la próxima semana.