Lo que no consiguieron las gentes de orden y la derecha más pura y dura lo ha logrado la pseudoizquierda en un abrir y cerrar de ojos. La nueva política cultural en Cáceres pasa por no volver a disfrutar del Womad. Independientemente de los gustos musicales de cada cual y de estar imbuidos o no del espíritu festivalero, es preciso reconocer que el Womad era uno de los acontecimientos que nos situaban en el mapa mundial, nos ha dado a conocer en muchos ámbitos, proporcionaba riqueza a la ciudad, la llenaba durante unos días de culturas diversas y nos abría a la comprensión y convivencia con otras gentes. Y no se debía tanto a los nombres de las atracciones como a la marca Womad. la marca Womad es mucha marca y bastantes ciudades suspiran por lucirla. Pretender sustituirlo por otro festival es algo obligado pero difícil de conseguir. Por mucho que lo deseemos, Leonor Flores no es Peter Gabriel. En este caso, como en otros muchos, nunca nos dirán las auténticas razones que han conducido a la ruptura de relaciones. Lo que está claro es que no había mucho espíritu negociador y que significa un fracaso en la política cultural de la Junta y del consorcio. A mí en particular me han hecho una faena pues a ver qué hago ahora con mi perro mugroso.