No hay nada que negociar con los hosteleros". Quien habla es Antonio Durán, presidente de la asociación Cacereños Contra el Ruido, colectivo que se querelló contra el anterior gobierno municipal del PSOE y que denunció también a 16 pubs de la Madrila por ruidos. Ahora, Cacereños Contra el Ruido se niega a sentarse en la mesa del ruido, una propuesta que se acordó la primera junta municipal de portavoces en julio pasado para acercar posturas entre los vecinos afectados, principalmente de la Madrila, y los hosteleros.

En opinión de Durán, este órgano, que no está constituido aún y del que el portavoz del equipo de gobierno, Valentín Pacheco, dijo ayer que espera informes para ponerlo en marcha, "no va a resolver" los problemas de incumplimiento de horarios ni de la falta de aislamiento acústica de los locales.

Y es que, siempre según el portavoz de Cacereños Contra el Ruido, es necesario que los establecimientos nocturnos de la Madrila "cumplan la legalidad" en ambos apartados. "Es como si están robando. No se puede negociar nada porque lo primero que hay que hacer es dejar de robar", subraya Durán a modo de ejemplo, que desconocía ayer detalles acerca de cuándo está previsto que se constituya la mesa.

SIN SOLUCION Preguntado si este órgano "nacerá muerto" ante la postura de esta asociación, el presidente respondió que la mesa "es un brindis al sol de la alcaldesa" y cree que "no va a servir para nada". Durán se mostró contrario a que los locales puedan ampliar horarios para así evitar ruidos y aseguró que "el 100% de la plaza de Albatros siguen sin cumplir la normativa".

Durán afirmó que vecinos de la Madrila y socios han presentado media docena de denuncias por incumplimiento de normativa y reiteró que "no se trata solo de que los locales cierren a su hora, sino que estén preparados con todas las medidas de aislamiento que evite molestias a los vecinos donde están los pubs.

El presidente de Cacereños Contra el Ruido añadió que en la mesa "no se trata de negociar nada" porque lo que tienen que hacer los establecimientos "es cumplir la normativa". Apuntó que no están en contra de "los centros de ocio y recreo", pero "en zonas donde no molesten", y reiteró que la única condición es que cumplan la legalidad.