Recientemente, cacereños hemos sido informados de que una parte de nuestras zonas verdes han comenzado a regarse con aguas no potables, procedentes por un lado de la depuradora de aguas residuales y por otro de pozos del Calerizo, actuación que se nos ha presentado como vanguardista, innovadora y ecológica.

Desde Adenex no lo vemos tan claro. Nos parece muy interesante el aprovechamiento de las aguas tratadas por la depuradora para regar las zonas verdes, y creemos que el objetivo final debería ser que todos los parques y jardines se regasen con esas aguas; así lo solicitamos en nuestras alegaciones al Plan General Municipal de Cáceres y animamos a nuestras autoridades municipales a que prosigan por ese camino.

Pero no creemos que pueda darse la misma interpretación al uso del agua del Calerizo para riego. No es necesario recordar que estas aguas del Calerizo han abastecido a Cáceres durante siglos, y si bien es cierto que eran poco idóneas para su uso para electrodomésticos (lavadoras, lavavajillas), por su muy alto contenido en cal, nunca se las había calificado como no aptas para su consumo. Sólo la contaminación de esas aguas provocada en los últimos años bien por acciones incontroladas, pero consentidas, como el abandono en la zona de todo tipo de residuos y la quema de neumáticos, bien por otras planificadas como la expansión urbanística irracional que está restringiendo la capacidad de recarga y renovación del acuífero del Calerizo, pueden explicar que estas aguas pudieran calificarse como no potables. Pero aunque así fuese esas aguas deberían tener una única finalidad: alimentar, como han hecho durante siglos, el caudal de la Ribera del Marco, que dio origen a la ciudad de Cáceres y que ahora maltratada, amenazada por urbanizaciones próximas, por la desidia municipal y por proyectos basados en el hormigón que deseariamos que nunca se llevasen a cabo tal y como están diseñados, necesita el agua del Calerizo, todo el agua posible para mantener sus extraordinarias huertas alrededor y ese caudal que garantiza su microclima.

Desde aquí instamos a nuestras autoridades municipales a que promuevan un proyecto de recuperación y protección de la Ribera del Marco, de sus huertas y del Calerizo como cuenca de alimentación de la Ribera. Y a que promuevan también que sus aguas se dediquen de forma preferente a la recuperación de esa zona que debe conservar las citadas huertas, con sus extraordinarios valores históricos, etnológicos y culturales.

En Adenex creemos que esa recuperación de la Ribera del Marco puede contemplar también su adecuación como zona verde y de ocio pero desechando los proyectos que hasta ahora se han contemplado y aprobado para esta zona que pretenden limitar la Ribera del Marco a un cauce de hormigón con unos paseos alrededor. Nuestras autoridades municipales deberían promover un proyecto que, al contrario, salvaguarde las huertas, los elementos etnológicos que las acompañan como las pesqueras y las acequias, contemple la cualidad de cauce seminatural de la Ribera y permita el desarrollo de zonas de paseo y ocio, que se beneficiarían de su agradable microclima en verano, pero evitando siempre las artificiosidades extremas. Todo un reto, atractivo y ejemplar, para quien lo asuma.

En fin, aguas residuales depuradas para el riego de las zonas verdes y aguas del Calerizo y del Marco para la Ribera. Ese debería ser un objetivo a conseguir. El otro: la conservación y recuperación de las huertas de la Ribera del Marco con proyectos respetuosos con la zona.