Nacido en Cáceres en 1952, ingeniero técnico industrial y responsable de una empresa de instalaciones y montajes eléctricos, José Miguel Rodilla Sánchez acaba de ser elegido presidente del Club de Tenis Cabezarrubia. La entidad, fundada en los años 70, engloba a 670 familias y tiene lista de espera.

Para dirigir un club hay que tener mano izquierda...

--Sí, encierra mayor complejidad visto desde dentro, pero si otros han podido hacerlo nosotros también lo intentaremos.

¿Desde cuándo su afición?

--Desde niño. El encargado de la Ciudad Deportiva nos quitaba la red, pero atábamos una cuerda y pintábamos la pista.

¿Sus principales objetivos?

--Satisfacer a los socios de todas las edades y tendencias, así de sencillo, e impulsar el deporte desde la base con actividades.

No a todos los socios del club les gusta este deporte...

--El socio ingresa porque le atrae el tenis. A algunos les acaba llenando más la parte social, ya que el club es agradable y se sienten cómodos, pero muchos se enganchan aún más. Ahora hay una gran afición por el pádel.

¿Por qué acción le gustaría que le recordaran en el club?

--Por hacer la mejor labor posible para su buena trayectoria.