Un estruendo sorprendió ayer por la mañana a los vecinos de la calle Sanguino Michel. El ruido lo habían originado dos piezas de material plástico del tejado de la iglesia de Fátima que fueron arrastrados por el aire hasta caer al acerado en torno a las 9.25 horas, sin que causara heridos ni daños materiales.

"Ha sido un susto, un estruendo. Si pasa alguien por la calle ocurre una desgracia", relató una vecina instantes después del incidente. Agentes de la policía local acordonaron la zona en la que cayeron los dos fragmentos del tejado, en el acerado de las traseras de Fátima, y cortaron al tráfico la vía, mientras un dispositivo de bomberos accedió a la cubierta de la iglesia para comprobar si había otras piezas sueltas que pudieran provocar nuevos incidentes. Los fragmentos que se precipitaron al suelo son dos piezas de material plástico ondulado de unos 80 centímetros de largo por 50 de ancho.

Es el segundo incidente que se produce en 15 días a la intervención que se está llevando a cabo en el templo para solucionar los problemas de goteras que afectaban al interior. El pasado 27 de julio, un trabajador de la empresa Arpesa, que está llevando a cabo la actuación, permaneció durante cerca de 20 minutos agarrado de un brazo a una viga del edificio, hasta que fue rescatado por los bomberos.