EDAD 24 AÑOS. NACIDO EN SEVILLA.

TRAYECTORIA HA GRABADO LOS DISCOS ´QUE SE CALLEN LOS PROFETASI (2004), ´LUNAS DE MALA LENGUA´ (2006) Y ´AMASIJO DE PORRAZOS´ (2008).

Emblema de Extremúsika y uno de los valores nacidos de la cantera del rock andaluz, Albertucho se atreve mañana (23 horas) a subirse al escenario casi desnudo con la única compañía de una guitarra en una nueva versión del cantautor.

--De nuevo en casa, pero en acústico...

--Y las veces que quedan. Es el momento de dejarse la piel en estos tiempos de desastre discográfico, crisis y demás estorbos y de tirar para adelante.

--¿Qué tal le fue por México? ¿Es tan lindo y querido como dicen?

--Fue bien como experiencia músico-personal, pero es un país corrupto y me di cuenta de lo que la política afecta a los humildes. Queda gente como la colonia Rigoberta Menchú, que valora sus raíces y lucha por su tierra y la libertad.

--¿Cómo le va con el nuevo disco?

--El disco fue infravalorado por Warner, pero valorado por los chavales. Por eso me fui de la compañía y por eso me voy de gira en acústico. La gente se sabe todos los temas y eso quiere decir algo.

--¿Qué le ha enseñado el escenario?

--Me ha enseñado lo único que sé hacer, con todo mi respeto y mis ganas, aparte de dejarme llevar por los instintos.

--¿Hacia dónde va su música?

--Camina a algún sitio, pero prefiero la naturalidad de las canciones que flotan, sin la pretensión de ir a ningún lado.

--¿Cómo contempla el mundo?

--Ahora la gente sale menos de casa. Nos tienen comida la oreja con la crisis. La calle es más importante de lo que los gobernantes nos quieren hacer creer. Ahí están las relaciones, la comunicación y la cultura popular. Soy y seré siempre una rata callejera.

--¿Se siente querido?

--La cosa está chunga, pero no tanto.

--¿Cuál es su última estrofa?

--Seguirán sin salirme las canciones que yo quiero, seguiremos sin un duro, seguiremos discutiendo, seguiremos partiéndonos juntos el culo de la vida y sus inventos.

--Háblenos de su día a día.

--Nunca hago la cama, escribo y luego hago de comer. Luego escucho música y escribo. Tengo un nuevo proyecto en el que estoy liado. De vez en cuando, me voy de pingoneo con otras ratas callejeras.