El proyecto de Alcalá de Henares tendrá como bases la lengua castellana, las artes, las letras, los libros, el turismo lingüístico, el saber, el pensamiento, la ciencia y el conocimiento, según recoge el manifiesto municipal. Las aspiraciones madrileñas pasan por convertirse "en la ciudad de la integración de culturas y pueblos del mundo y crisol de mestizajes históricos". En este sentido, quiere aprovechar la candidatura para trenzar su futuro "como ciudad del siglo XXI en los valores que la ciudad complutense mostró al mundo a través de su historia, rememorando su raíz cervantina, el modelo académico que la Universidad de Alcalá acertó a llevar a Europa y América y el de ciudad de Dios soñada por San Agustín".