"El barrio lo vamos a levantar los propios mineros. Pero no solo los de antes, también los de ahora y los que vengan. Entre todos, gitanos, payos, peruanos, colombianos, marroquíes... porque todos vivimos aquí ". Es un mensaje de futuro, pero también una muestra de orgullo en la voz de Teresa Muñoz, una vecina de Aldea Moret. Ella forma parte del centenar de entrevistas con las que los propios vecinos han elaborado un documental a modo de radiografía del barrio que deja ver la profunda huella de su pasado, la tristeza del presente y las ansias por lograr que el futuro devuelva al barrio minero su esplendor. Y que lleve a Cáceres a mirar de nuevo a uno de sus barrios más populares.

El orgullo se impone en el documental a la sensación de hastío que no esconden algunos de sus vecinos por los problemas del barrio, pero también por la imagen "sesgada y llena de tópicos y estereotipos" que se ofrece de él y la falta de infraestructuras. La mayoría se quejan de que la imagen de Aldea Moret que se ve fuera del barrio "es ficticia", y se corresponde solo con la realidad y los problemas de una parte del barrio. Una de esas voces críticas es la del párroco de San Eugenio, Miguel Angel González, que se queja de que "lo bueno y lo meritorio --que hay en el barrio-- no es noticia pero sí lo malo. Y con eso es con lo que la gente se queda", reflexiona.

INNOVAR El documental surgió como respuesta a una petición de la concejalía de Innovación para llevar a cabo un proyecto de participación en el barrio de Aldea Moret. "El vídeo es una prueba de que el ciudadano tiene un importante papel en la sociedad actual. Y de que el ciudadano puede hacer protagonista al ciudadano", señala el edil de Innovación, Víctor Santiago, que reconoce el valor que tiene el documento que han elaborado los ciudadanos con la colaboración de la empresa de comunicación ´Ubiqa´, que ha coordinado el proyecto y que mañana presenta el vídeo en Aldea Moret (en la parroquia de San Eugenio a las 20.00 horas).

No habrá alfombra roja en este estreno pero todos los vecinos están invitados a participar en él porque todos han sido autores y protagonistas de cada uno de los 26 minutos que integran el vídeo final. "No somos profesionales pero cuando nos lo propusieron no me podía negar a hacerlo y ahora me siento muy satisfecha de haber podido hacer algo por el barrio", afirma María Santano, que a sus 58 años se lanzó como reportera con la única ayuda de un teléfono móvil.

Ella es una de las 21 personas que se enrolaron en la tarea de recoger los testimonios. Antes participaron en un taller que se desarrolló en el mes de septiembre y en el que aprendieron algunas pautas sobre las técnicas documentales y el uso de los teléfonos móviles como dispositivos de grabación porque con ellos grabarían en los días sucesivos su entorno. Este taller sirvió también para estructurar los grupos y las pautas de trabajo.

"Al principio pensé que no iba a ser capaz, porque nunca he hecho eso. Yo soy ama de casa", afirma otra de las participantes, Teodora Antolín. Comparte con María Santano que ambas han nacido en Aldea Moret, pero las separa que una de ellas ya no vive en el barrio, mientras que Teodora Antolín se resiste a marcharse: "nací aquí hace 60 años y pienso morirme aquí", afirma usando una expresión que se repite en el vídeo, entre los mayores, pero también entre los más jóvenes del barrio. Igual que se repiten las reivindicaciones: más vigilancia policial, que la administración ponga remedio a la caótica situación del bloque C de la calle Ródano, que se dote a la barriada con más infraestructuras y que se ponga en funcionamiento un programa cultural para el barrio diseñado por la administración pero escuchando a los vecinos.

"Es un vídeo crítico y me gusta porque en él se recupera el sentimiento de orgullo del barrio. Sirve de acicate para que todos trabajemos por mejorar la situación", señala Víctor Santiago, que ya ha visto el resultado las grabaciones.

"Cáceres debería mirar atrás, conocer a Aldea Moret, saber que el barrio siempre ha vivido de cara a la ciudad y que la ciudad vuelva a mirarle a la cara también", señala Javier Moreno, vecino de La Paloma desde que nació, hace 27 años, y dispuesto a reivindicar con cualquier iniciativa la dignidad de este barrio. "Me impresionaron los testimonios de los que trabajaron en la mina", señala sobre su participación en el documental.

EL RODAJE La grabación se llevó a cabo en el mes de septiembre. La empresa Ubiqa propuso a varias asociaciones y vecinos del barrio la posibilidad de registrar las diferentes realidades con las que conviven a diario y mostrar al exterior la realidad del barrio desde su punto de vista.

Tras la formación a los ´reporteros eventuales´, cuatro grupos formados por 14 vecinos de entre 15 y 60 años, recorrieron sus calles entrevistando y documentando la realidad desde el punto de vista de sus habitantes utilizando teléfonos móviles. El resultado fueron más de seis horas de grabación y 100 entrevistas, además del trabajo paralelo al que realizó un equipo de grabación de Ubiqa.

Las localizaciones, en ambos casos, muestran todo lo bueno y lo malo del barrio: los vestigios de su pasado minero, el tradicional mercadillo de los sábados, las celebraciones en la iglesia evangélica, el festival de música y Aldea de la Amex, o las instalaciones deportivas que destacan los más jóvenes. Pero también la situación de abandono e insalubridad del bloque C de la calle Ródano, símbolo del hundimiento del que el barrio busca, pide y lucha por resurgir.