Cáceres le debe mucho a Aldea Moret, como el ferrocarril". Hacer llegar este mensaje a todos los cacereños es una de las asignaturas pendientes que tienen las instituciones con este barrio, según una de las conclusiones de la mesa redonda La declaración de olvido político de Aldea Moret que organizó el lunes la asociación socio-cultural.

Los participantes demandaron un amplio diálogo social para buscar las soluciones a los problemas de la barriada: convivencia, seguridad ciudadana, transporte, desvinculación física con el resto de la ciudad, limpieza, entre otros. Además, plantearon la necesidad de recuperar el orgullo de ser vecino de Aldea Moret y promover actuaciones urbanísticas que rompan la barrera física que actualmente separa el barrio del resto de la ciudad.

El debate contó con la asistencia de unas 60 personas, entre ellas el subdelegado del Gobierno en Cáceres, Fernando Solís, que valoró muy "positiva" la motivación que tiene el vecindario por conseguir mejoras. La mesa redonda la integraron miembros de la plataforma Ribera del Marco, como el geógrafo Adolfo Chautón, el divulgador de Historia Agustín Flores o Ana Baliñas, y el empresario y dirigente vecinal Francisco Naharro.

LA OPINION VECINAL La falta de consenso social es, según plantearon, uno de los obstáculos para que funcionen las acciones puestas en marcha o proyectadas desde la administración para intentar revitalizar la zona. "La recuperación no puede venir de fuera, sino que tiene que partir de las necesidades que tengan los vecinos, por eso es necesario ese consenso, no parcial o con sólo un interlocutor, sino el máximo posible con todos los agentes sociales que tiene", explicó Ana Baliñas, profesora en excedencia y colaboradora de Libre Producciones. Se pidió, en definitiva, que se tenga en cuenta la opinión de los vecinos.

Baliñas hizo además un repaso por las señas de identidad del barrio, como el Calerizo, sus ermitas o las minas. "Ha sido un barrio baqueteado por las autoridades. El cierre de las minas no se compensó y la primera gran intervención pública se hace con los realojos de una población con gran problemática".

SOLUCION URBANISTICA Adolfo Chautón, geógrafo, apuntó también la necesidad de terminar con la desvinculación física que hoy existen entre el barrio y el resto de la ciudad. "Habría que urbanizar los grandes descampados que actualmente rompen la continuidad hacia Aldea Moret" , dijo. Esa separación física, en su opinión, hace que haya también una separación mental y que los cacereños no sientan Aldea Moret como parte de la ciudad y, a la inversa.

El nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que tramita el ayuntamiento proyecta precisamente la creación un de gran paseo que conecta la ciudad con el barrio, además del traslado de la estación de Renfe que lo delimita totalmente. Sin embargo, según Chautón, será necesario además que se creen nuevas dotaciones.

Francisco Naharro insistió en su idea de que Aldea Moret es "un producto de la hipocresía política", por lo que consideró que hay que obligar a los políticos a solucionar sus problemas y concienciar a los ciudadanos de lo que Cáceres debe a Aldea Moret. "Todavía no lo han entendido y seguimos abandonados".