La Asociación de Vecinos de Santa Bárbara se sumó ayer al mensaje proclamado por el Ayuntamiento de Cáceres, y compartido por la Junta de Extremadura, de que es necesario desarrollar proyectos en Aldea Moret capaces de atraer la atención de los cacereños con el objetivo de que se desplacen al barrio y contribuir así a erradicar los problemas de marginación y convivencia que se atraviesan en la zona sur de la ciudad.

La presidenta de Santa Bárbara indicó la necesidad de que Aldea Moret cuente con un pabellón polideportivo cubierto. En este sentido, volvió a detallar las graves carencias que en materia de infraestructura deportiva se detectan en la zona. Iglesias se quejó del estado del campo de fútbol de tierra, recordó que es un barrizal y lamentó que muchos vecinos de las minas, especialmente niños y jóvenes, se vean obligados a trasladarse a otros barrios porque en el suyo carecen de una oferta digna.

LA PETICION Precisamente y ya en agosto, la presidenta del colectivo vecinal desveló este asunto aprovechando la llegada al gobierno del ayuntamiento de la socialista Carmen Heras, pero hasta el momento nada se ha hecho desde el consistorio y la situación del campo de fútbol sigue siendo la misma de hace años. Ese mes de agosto Guadalupe Iglesias puso de manifiesto su preocupación por las ligillas locales y por el hecho de que en ocasiones los chavales tuvieran que acudir al campo de Las 300, especialmente cuando llovía. Iglesias, ya de forma más detallada, lamentó el mal estado de los vestuarios.

Por eso la presidenta demanda un pabellón cubierto. "El otro día fui a La Mejostilla y chapeau por ellos, porque tienen de todo, hay grandes superficies, cafeterías... y aquí nada de nada". Iglesias reiteró la conveniencia, pues, de levantar en Aldea Moret edificios que sean foco de atracción. La idea la lanzó también hace unos días en este mismo diario la concejala de Asuntos Sociales, Marcelina Elviro, aunque no es nueva, porque hace años cuando se debatía la ubicación del nuevo hospital de referencia de Cáceres los vecinos pusieron sobre la mesa Aldea Moret como alternativa, aunque finalmente se optó por la finca de El Cuartillo, que era propiedad de la diputación y que se cedió a la Junta para hacer realidad una obra que en estos momentos ya se está desarrollando.

Atraer a la gente al barrio ha sido un intento infructuoso de todas las corporaciones locales. La que ahora preside Carmen Heras se ha propuesto que deje de serlo e incluso se habla de la posibilidad de que la Junta opte por uno de los edificios del barrio para convertirlo en pisos que alberguen a los familiares y acompañantes de los hospitales de la ciudad, fórmula que ya funciona en ciudades como Badajoz.