La barriada cacereña de Aldea Moret sólo ha registrado en lo que va de año 17 de los 203 delitos que se han cometido en el conjunto de la ciudad, lo que supone un 8% dentro de la estadística global, según una información facilitada a este diario por el Cuerpo Nacional de Policía. Llama la atención el hecho de que en los últimos cuatro meses no ha habido ninguna denuncia por faltas en esta zona de la capital cacereña, castigada por la inseguridad y cuya asociación de vecinos ha iniciado una importante campaña de recogida de firmas para exigir mayor número de dotaciones policiales.

Dentro de esos 17 delitos los más habituales se refieren a la sustracción de vehículos o a robos en el interior de los mismos, seguidos de hurtos en locales, bares o domicilios particulares. El 90% de esos delitos se han cometido en la calle Ródano, que se encuentra situada en la zona de La Esperanza (una de las tres, junto a Santa Bárbara y Santa Lucía, que conforman el barrio).

Las mismas fuentes indicaron que existen otros delitos como el tráfico de drogas, que también es habitual en Aldea Moret. Tipificados como delitos están igualmente los malos tratos (en el conjunto de la ciudad se registran al menos dos cada día), los robos de tarjetas de crédito (que suelen ocurrir especialmente entre estudiantes) o los robos con intimidación (muchos de ellos son tirones pero en Aldea Moret no se ha cometido ninguno).

TRANQUILIDAD Desde la comisaría se insistió en que Cáceres es una ciudad tranquila y que las estadísticas están "a años luz" de otras capitales de provincia de nuestro país. La comisaría recuerda, por ejemplo, que el año pasado no se produjo ningún atraco a bancos y admite que las faltas superan en mucho a los delitos. Las faltas más habituales se refieren a toda clase de hurtos como teléfonos móviles, carteras o cazadoras.

Aclararon que en Aldea Moret no se ha producido ningún suceso de este tipo y que todos los que han tenido lugar han tenido como escenario el centro de la ciudad y en especial las tiendas o grandes superficies.

Los mandos policiales entienden la postura de la asociación de vecinos de Santa Bárbara y convienen en que el barrio necesita vigilancia, aunque estiman que la responsabilidad no puede ser exclusivamente achacable a la Policía Nacional puesto que existen otros estamentos que deben involucrarse en el barrio, en este caso la administración.

Dicen que no se trata de crear un estado policial sino de incidir en aspectos educativos y de convivencia entre etnias para evitar los problemas que en estos momentos afectan a la zona.