Las traseras de la iglesia de San Juan y las calles Pizarro y Sergio Sánchez sufrirán un lavado de cara con motivo de la apertura del museo. El ayuntamiento tiene previsto acometer el año próximo, con cargo al presupuesto del 2007, la ampliación de acerados en toda la zona de influencia del centro artístico, donde está previsto suprimir parte de los aparcamientos para favorecer el tránsito de los peatones.

Según explicó ayer Joaquín Rumbo, concejal de Mantenimiento, el coste rondaría los 24.000 euros y persigue como principal objetivo "ganar espacios para el peatón" y que las aceras tengan 1,5 metros de anchura. Esta actuación afectaría a algunos tramos de Pizarro y Sergio Sánchez, ya que no se puede acometer en todos para permitir el paso de vehículos. De esta forma, la remodelación de Pizarro dejará sin aparcamientos y contenedores la fachada del museo.

Sin embargo, el concejal descartó ayer cualquier proyecto para restringir el tráfico en estas dos vías. La razón que esgrimió es que ambas se han convertido en la salida natural para los conductores que proceden de la plaza Mayor. Las traseras de San Juan se transformarán en una zona con bancos y árboles, aunque seguirá la carga y descarga, pero con menos plazas.