"¡Qué grandes!, dan un poco de miedo". A Alicia, de 7 años, los que más le impactaron fueron los gigantescos títeres que durante esta semana se han hecho inquilinos de los pasillos de un Gran Teatro convertido en el país de las marionetas. "A mí me han gustado todos, los de manopla, los de varilla... he aprendido muchas cosas", aseguraba David, que con su amigo Pablo y otros alumnos de 2º y 3º de Primaria del Dulce Chacón visitaron ayer la exposición Marionetas en el mundo . Después hicieron una redacción. La muestra sirve para celebrar hasta el jueves el Día Mundial del Teatro y por ella pasarán unos 3.500 escolares.

Las visitas de los colegios están concertadas por las mañanas. Por las tardes, cualquier padre puede ir con sus hijos desde las 6. "Animo a todos a venir, porque puede ser divertido e instructivo", indicaba el director del teatro, Isidro Timón. Varios monitores explican las técnicas que dan vida a los muñecos, antes de representarse, desde las 7, obras de teatro de guiñol y luz negra.