Saponi dice "se acabó el problema" con la misma seguridad con la que afirmó "no hay crisis" mientras le estallaba en las manos. La prueba de que la crisis sigue y es más seria de lo que dice es la manera de intentar resolverla. No se ha cerrado ni augura un buen porvenir.

La primera solución del alcalde consistió en endosarle el muerto a la oposición. Eso significa que no encontraba en su grupo a nadie suficientemente capacitado para llevar la comisión de economía, pues cuando creyó tenerlo lo nombró. Les entregaba una economía con grandes dificultades que están por salir al público. Vista la lúcida negativa del PSOE, ofrece el cargo a varios de sus compañeros, pero nadie se da por enterado hasta que un valiente se propone a sí mismo. Es una apuesta que si le sale bien abonará su candidatura a la alcaldía. Pero si le sale mal habrá acabado su aventura. El nombramiento de Nevado puede dar lugar al encrespamiento de Vela. Las palabras bonitas que le dedicó el alcalde no se conjugan con el nombramiento de quien le ha puesto en el disparadero. De momento les ha dado un aviso. ¿Se resignará a que un profano contradiga su política económica?