Los vecinos de Aliseda vivieron ayer con devociónel comienzo de las fiestas patronales con uno de sus actos principales: la llegada de la Virgen del Campo, patrona de la localidad cacereña, en una fiesta que congregó a más de 3.000 personas.

Como es tradición, cada Domingo de Resurreción a las 16.00 horas, los vecinos salieron hacia la ermita, que esta situada a unos seis kilómetros, y desde allí la portaron a hombros hasta la población. "La devoción que sentimos hacia la Virgen es enorme y se transmite de generación en generación", expresa la alcaldesa de Aliseda, Claudia Moreno. Desde hace tres años se está bajando por el camino, porque antes se hacía por la carretera y era más peligroso. "Lo recuperamos y acondicionamos a través de una subvención de la Junta y ahora es más bonito con el esplendor del campo de la sierra de San Pedro", destaca.

Sobre las 18.30 horas en la explanada de la mina, la Virgen fue recibida por las autoridades, en un lugar que cuenta como novedad con un monolito realizado desde el ayuntamiento y que se inauguró con la presencia del vicario José Antonio Fuentes. Ya en la plaza Mayor, Moreno dedicó unas palabras de bienvenida a la patrona, el grupo folclórico Aliso interpretó una jota y posteriormente se llevó a cabo una ofrenda floral. La celebración siguió por la tarde con la actuación de Isi Cobos y su ballet seguida de una verbena.