La cota del embalse de Alcántara, en la cola del pantano y a la altura del trasvase del río Almonte, y la del Guadiloba han descendido en las últimas semanas y su nivel se acerca al de prealerta, según los valores del plan especial de sequías de la cuenca del Tajo. El Guadiloba está al 43% de su capacidad, ahora tiene 8,8 hectómetros cúbicos, menos de lo que se consume en Cáceres en un año, mientras que la cota de Alcántara ha bajado 20 metros en los últimos 6 meses, ayer estaba en la 197,4, aunque su punto más bajo lo alcanzó el 23 de diciembre, cuando llegó a la 195,8.

No es una situación nueva, fue peor en el invierno de 2009 cuando tuvo que intervenir el Gobierno con un real decreto ley de medidas urgentes para paliar los efectos de la sequía, pero vuelve a poner de relieve que la solución definitiva al abastecimiento de agua a la ciudad sigue en el aire a causa de los retrasos que por problemas técnicos tienen las obras de la conducción de agua entre el embalse de Portaje, a 65 kilómetros, y el del Guadiloba.

Además se sigue dependiendo de un trasvase entre el Almonte y el Guadiloba que se hizo como solución provisional en 1992 y que veinticinco años después sigue siendo la principal garantía para que la ciudad tenga agua, ya que las aportaciones en la cuenca del embalse cacereño son irregulares para abastecer a la ciudad y a las localidades de Malpartida y Sierra de Fuentes, que también dependen del sistema de suministro de agua de Cáceres.

El plan especial de sequías para el sistema de Cáceres y su zona de influencia, según la documentación que la Confederación Hidrográfica del Tajo tiene en su web, establece los umbrales en los que se decretaría una situación de prealerta, alerta y emergencia. Para enero fija que el Guadiloba estaría en una situación de prealerta si baja de 8,63 hectómetros cúbicos, el pasado martes tenía 8,89. Pero para que se decrete una situación de prealerta es también necesario que la cota de Alcántara se sitúe por debajo de 194 metros. El martes tenía 197,4. No obstante, las bombas que sustraen el agua del Almonte para llevarla al Guadiloba están en una cota inferior. Una de las últimas veces que se bajaron, ya que los problemas con el nivel del Almonte son cíclicos, fue en febrero de 2012, entonces, según anunció la concesionaria, en esa fecha era Acciona, se dejaron en la 191,5. El máximo al que se puede llegar es a la 190,9.

EXPLOTACIÓN / Iberdrola tiene la concesión de la explotación del embalse de Alcántara para la producción de energía. La junta de gobierno de la Confederación del Tajo decidió en diciembre de 2009 que Iberdrola no podía realizar desembalses que dejasen la cota de Alcántara por debajo de la 192, nivel en el que entonces se estimó que ya no se podría abastecer de agua a Cáceres. Fue una decisión puntual para una situación extrema que se tomó en aplicación del real decreto para paliar los efectos de la sequía.

En el plan especial de sequías de la cuenca del Tajo se establecen las medidas a aplicar en situaciones de prealerta, entre las que está, además de acciones de seguimiento y campañas de ahorro, la puesta a punto de las instalaciones de extracción de recursos subterráneos del Calerizo.

La solución de Portaje es la opción que se sigue contemplado en el plan hidrológico del Tajo. En el real decreto de aprobación del plan se hace referencia a la utilización de caudales del sistema del Alagón para su transporte hasta Portaje y de aquí hasta el Guadiloba. En el proyecto del nuevo abastecimiento desde Portaje, del que ahora se cumplen los 10 años de su presentación, se establece el refuerzo del mismo con agua del embalse de Gabriel y Galán a través del canal del Alagón. En los presupuestos del Estado para 2016 se recogía una partida de 9,1 millones para la obra de Portaje y de otros 4,2 para el ejercicio de 2017. Pero por ahora no hay fecha ni de finalización de la obra ni de uso de la instalación. El problema que se ha presentado en su ejecución es el cruce de los ríos Tajo y Almonte.