Una alondra es, según el diccionario de la Real Academia, "un pájaro de cola ahorquillada y de color pardo terroso que anida en los campos de cereales". Como si quisiera imitar su vuelo en un escenario, Alondra Bentley, de padre murciano y madre británica, deleitó al medio centenar de espectadores que disfrutaron en la noche del jueves de su concierto en el espacio Belleartes, incluido en el circuito Girando por Salas, del Ministerio de Cultura.

Por primera vez desde hacía mucho tiempo en una sala cacereña, el público respetó el trabajo del artista con un silencio que se agradeció y, con una voz de altos vuelos, Alondra Bentley fue desgranando los temas de su primer disco, Ashfield Avenue , entre ellos I feel alive , banda sonora de Planes para mañana , film rodado en Cáceres. Mezclando temas nuevos del próximo e historias increíbles que guarda en sus cajones, la cantautor folk se sobró para demostrar por qué está a la altura de otras voces femeninas alejadas de los circuitos comerciales como Anni B. Sweet o La Bien Querida.

Si espectacular fue el sonido en un espacio que sirve habitualmente para exposiciones, tampoco le fue a la zaga el ambiente que se creó, mientras la artista, vecina ahora de Sigüenza, no escatimaba sonrisas. En poco más de una hora había conseguido lo que se propuso en su estreno en Cáceres: que en su vuelo le acompañaran otros pajarillos.